Pergamino

En emotiva ceremonia colocaron una Baldosa por la Memoria de Jorge Torrent


 Familiares de Torrent junto a miembros de la Asociación por la Memoria descubrieron la baldosa en las puertas de la EES Nº 5 (LA OPINION)

'' Familiares de Torrent junto a miembros de la Asociación por la Memoria, descubrieron la baldosa en las puertas de la EES Nº 5. (LA OPINION)

El acto contó con la organización de la Asociación por la Memoria de Pergamino. Se desarrolló en las puertas de la EES Nº 5 (ExNacional) en la que Torrent cursó sus estudios. Sus familiares y amigos lo recordaron con cariño y destacaron el fuerte compromiso social que tenía con el prójimo más necesitado.


Tal como estaba previsto, ayer en horas de la mañana, integrantes de la Asociación por la Memoria y Derechos Humanos de Pergamino, colocaron una Baldosa por la Memoria de Jorge “Canario” Torrent, detenido durante la dictadura cívico militar y cuyos restos permanecen desaparecidos.

La emotiva ceremonia tuvo lugar en las puertas de la EES Nº 5 (ExNacional) donde Jorge cursara sus estudios secundarios.

Ante la atenta mirada de miembros de la Asociación por la Memoria, alumnos, docentes y directivos del establecimiento, excompañeros y familiares de Jorge Torrent, fue descubierta la baldosa, símbolo de la huella que los desaparecidos han dejado a su paso.

Un poco de historia

La primera en dirigirse a los presentes fue la presidenta de la Asociación por la Memoria, Ana Scarcella que contó la vida de Torrent que nació en Zapala, provincia de Neuquén el 6 de marzo de 1953, vivió con su papá y su abuela paterna en Pergamino, jugaba al fútbol en Banco Provincia y tocaba la guitarra, le gustaba mucho el rock, canciones como El Oso de Moris y La Balsa, también el folklore. Participaba en el movimiento juvenil cristiano Emanuel, de comprometido accionar social en los barrios 12 de Octubre y Güemes de Pergamino. Estudiaba abogacía en Santa Fe en la Universidad del Litoral.

En 1976, nació su hijo único Martín Miguel. El 18 de agosto, de ese mismo año, cuando Jorge tenía 24 años fue secuestrado por personal policial uniformado, en momento en que caminaba por Corrientes y Callao de la ciudad de Buenos Aires.

Jorge militaba en el Peronismo Revolucionario, en la Juventud Universitaria Peronista. Scarcella recordó que “el apodo de Canario era porque era flaco y rubio. También tenía ojos celestes, sonrisa pícara y un andar como el de los pájaros, a los saltitos”. También afirmó que “fue visto en el Centro Clandestino de Detención antes de su asesinato, quien lo conoció, Julio Banfi, asegura que su sensibilidad hacia el prójimo lo llevó de ser un chico mimado por su familia a llevar una vida dedicada hacia los demás hasta entregar su propia vida”.

Por último, la presidenta de la Asociación por la Memoria, sostuvo que Torrent “fue un militante que sabía que la única forma de llegar a una sociedad más justa y solidaria era con la lucha y con la entrega”. Y agregó: “Desde la Asociación por la Memoria queremos que las veredas de Pergamino también hablen de nuestros desaparecidos, recogiendo la historia de sus vidas, lo que se mantenía oculto ahora se muestra en las veredas”.

Trabajo social

Luego de dar el “Presente” a Torrent, habló el doctor Néstor Pobliti, representando a sus compañeros de curso en el ExColegio Nacional.

Pobliti manifestó que Torrent era “un tipo bueno, humilde, sensible, comprometido, que siempre luchaba por hacer carne los conceptos de inclusión social, de educación y salud para todos, un tipo con conceptos de militancia práctica, que supo armar cooperativas de trabajo en barrios vulnerables dignificando de este modo a los vecinos, un gran militante social”.

Militante cristiano

También habló su prima, Beatriz Torrent, quien militó con él en el grupo juvenil cristiano Emanuel, que desarrollaba su accionar en barrios como el 12 de Octubre y Güemes y cuya sede se encontraba en la Parroquia San Vicente a cargo en ese momento del padre Marciano Alba. “El sueño de los que acudíamos al grupo Emanuel era el de modificar las cosas que no nos gustaban en la sociedad”, comenzó diciendo Beatriz y señaló que “mi primo Jorge había elegido el camino de ver la necesidad del otro. Ambos compartimos un momento de nuestra vida porque nos movilizaba lo mismo, el hacer algo por el otro más necesitado y ahí coincidimos en el grupo Emanuel, dirigido por el padre Marciano, y que respondía a los sacerdotes del tercer mundo que era un movimiento de la Iglesia que había cambiado el concepto de interpretación de la Iglesia católica sobre la pobreza e instaba sus fieles a trabajar por el pobre de recursos”.

Por último y destacando las características de Torrent, su prima expresó que “era un ser especial que a pesar de que le tocó atravesar momentos duros en la vida porque perdió a su mamá de pequeño, no perdió nunca el horizonte de ser generoso con el más necesitado”.

Su hermana Ana María Torrent, recordó al “Canario” y contó que el día de la desaparición de su hermano, el 18 de agosto de 1976, “recibimos en casa un comunicado avisándonos sobre el secuestro de Jorge en Capital Federal. Desde ese momento nuestra vida como familia cambió y pensamos dónde estaría Jorge, cuál había sido su destino. Mi padre comenzó una desesperada búsqueda en momentos en que no se podía averiguar tanto, en momentos en que todos permanecíamos callados por miedo a también ser secuestrados”, y aclara que “fueron años muy duros, de espera de respuestas que aún no llegaron, años de miedo, no tuvimos como familia un juicio justo”.

Por la angustia que genera el hecho de no saber sobre dónde está, a los familiares de Torrent “nos cuesta mucho hablar de él” pero siempre lo recordamos como lo que fue: “Un ser angelado, de una gran convicción y firmes ideales en torno a que la sociedad debía ser igualitaria, por eso luchó por la justicia social, por los más desprotegidos y fue tal su convicción revolucionaria de cambiar el país que entregó su vida”. Y concluyó diciendo que “para nosotros es un ejemplo como hermano por eso los invito a seguir peleando por esta democracia, por este país para que todas las desapariciones no hayan sido en vano”.

Compromiso escolar

Por último la directora de la EES Nº 5, Graciela Enrione, agradeció a los presentes por participar del acto y dijo: “Nos encontramos aquí para seguir desandando el camino del olvido. Recordamos a Jorge Alberto un militante caído en la lucha por obra de la represión. La iniciativa de ubicar esta Baldosa en la vereda, simboliza el compromiso de nuestra Escuela más conocida como el Colegio Nacional, simboliza el compromiso que tenemos con los derechos humanos. Esta baldosa no solo se coloca para mantener viva la lucha de jóvenes alumnos de esta escuela sino que también son una expresión de la lucha de las generaciones posteriores que estudiamos aquí, a través de la participación ininterrumpida del Programa Jóvenes y Memoria, que nos permite tener un espacio específico en el que la memoria, la verdad y la justicia, se mantienen viva diariamente porque creemos que ellas deben ser políticas de Estado”.

Para terminar dijo que “la colocación de esta Baldosa nos interpela a los adultos como acompañantes en el desarrollo de potenciales ideales y compromisos sociales de estas nuevas generaciones”.


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