Será este viernes a las 10:30 en la vereda de la Escuela Secundaria Nº 5 (ExNacional) de Estrada y Castelli, donde Torrent cursó sus estudios secundarios.
Bajo el lema: “Pergamino tiene memoria”, hoy, a las 10:30, los integrantes de la Asociación Civil por la Memoria y los Derechos Humanos de Pergamino, ubicará una nueva Baldosa por la Memoria en nuestra ciudad. En esta oportunidad se recordará al detenido desaparecido, Jorge “Canario” Torrent, que nació en Pergamino en marzo de 1953 y fue secuestrado un 18 de agosto de 1976 en la ciudad de Buenos Aires, siendo militante de la Juventud Peronista.
El acto tendrá lugar en la vereda de la Escuela Secundaria Nº 5 (ExNacional) de Estrada y Castelli, ya que Torrent cursó allí sus estudios secundarios.
Su historia
Jorge Alberto Torrent nació el 6 de marzo de 1953 en Pergamino. Realizó su secundario en el Colegio Nacional. Su formación universitaria en Santa Fe en la carrera de abogacía. Con su formación universitaria se dio inicio a su militancia en la política, precisamente en la Juventud Peronista.
En 1976, nació su único hijo: Martín Miguel (quien actualmente reside en Estados Unidos)
Durante los primeros años de la década del 70 Jorge regresó en varias oportunidades a su ciudad natal. No solamente para visitar a sus familiares, sino también para vincularse con jóvenes comprometidos con el trabajo social. Mantuvo una relación fluida con Beatriz Torrent (su prima) y participó junto a ella en el grupo “Emmanuel”.
A los 23 años, Jorge Alberto Torrent fue visto por última vez el 18 de agosto de 1976 en la ciudad de Buenos Aires.
Los familiares de Jorge luego de su desaparición comenzaron su búsqueda. Realizaron un habeas corpus, denuncias en diferentes comisarías y también llevaron a cabo una búsqueda no oficial: de ambas partes no obtuvieron respuestas. La única información que lograron de él es que fue visto por última vez en el centro clandestino de detención de la Esma.
En varias oportunidades los familiares de Jorge recibieron amenazas con el objetivo de que cese la búsqueda.
Marca de los militantes
Las Baldosas por la Memoria constituyen una marca en el barrio. Señal de la existencia de los militantes populares detenidos-desaparecidos o asesinados por el terrorismo de estado. Comenzaron como iniciativa de organizaciones en los barrios militantes por la memoria, la verdad y la justicia, quienes se propusieron desandar el camino del olvido. Permiten reconstruir la historia de vida, reivindicar su compromiso político de los militantes populares secuestrados, torturados y desaparecidos por la última dictadura cívico militar.
En este afán de colocar las Baldosas, los integrantes del Movimiento de Barrios por Memoria y Justicia recorrieron sus barrios, hablaron con sus amigos y los que fueron sus vecinos. Fueron dejando entonces huella de su existencia en el lugar donde vivieron, cursaron sus estudios, trabajaron, militaron o donde fueron detenidos o alcanzados por las balas de los genocidas.
Las veredas de Pergamino
Desde la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Pergamino manifestaron su objetivo de recordar a los desaparecidos por la dictadura de nuestra ciudad. Así lo dejaron en claro: “Queremos que las veredas de nuestra ciudad también hablen de ellos y ellas. Recoger las historias de su vida, la de nuestros desaparecidos, nos transforma y también transformó y transformará el afuera. Lo que se mantenía oculto se muestra en las veredas”.
Verdad que sana
Por último, desde la Asociación se expresó que “entendemos y afirmamos que la verdad es siempre sanadora. Nos dignifica. Mirar de frente el pasado y tratar de comprenderlo nos da la posibilidad de pensarnos con futuro, estar alertas y activos para la construcción de un país con memoria, verdad y justicia.
“Este acto constituye una celebración por la vida de Canario Torrent y por tantas vidas que, inundadas de sueños y proyectos, alumbran nuestros propios sueños y luchas renovando y fortificando la esperanza por un país más justo y más fraterno”.
La octava
En este sentido vale recordar que en nuestra ciudad se han colocado siete baldosas. La primera se ubicó en la puerta de la casa de Gerardo Pérez, la segunda en la vivienda de Luis Ceccón, la tercera en el Colegio Nacional en memoria de los estudiantes desaparecidos durante la dictadura, la cuarta en la casona que habitó el matrimonio de Cristina Lanzillotto y Carlos Santillán junto a sus hijos María Lucila y Jorge, la quinta en la puerta de la vivienda de “Chicho” Serenelli, la sexta en las puertas de la Escuela Primaria Nº 4 donde cursó sus estudios primarios Daniel Raies y la séptima en las puertas del Colegio Normal donde cursó sus estudios Clarisa García.