Estacionamiento medido: los vendedores reclaman que no venden boletas

“Necesitamos que aumenten los controles, que haya más inspectores para multar cuando no se ponen las boletas porque cada día tenemos menos ingresos y hay compañeros que necesitan estos pesos para vivir”, señaló una de las personas que habló con LA OPINION.

La situación laboral de los encargados de vender las tarjetas del estacionamiento medido no es la que esperan los trabajadores teniendo en cuenta que cayeron las ventas y frente a las bajas temperaturas muchas veces las condiciones no son las mejores, tal como se percibe en las esquinas céntricas donde se ubican.

Por otra parte, hay automovilistas que no colocan como corresponde la boleta y esto es una reducción en la comercialización que impacta también en el bolsillo de la gente que vive de esto.

“Necesitamos que aumenten los controles, que haya más inspectores para multar cuando no se ponen las boletas porque cada día tenemos menos ingresos y hay compañeros que necesitan estos pesos para vivir”, señaló una de las personas que habló con LA OPINION. Por otra parte, mostraron inquietudes ante los cambios que estipula el Municipio en el estacionamiento medido; “vimos que vienen con algo nuevo y hasta ahora nadie nos dijo nada, queremos saber si vamos a estar incluidos en este cambio porque para nosotros es un trabajo y no podemos perderlo”, agregó otro de los vendedores que se acercó a dialogar con el cronista en la zona de Plaza Merced.

Poner las tarjetas

Los vendedores de boletas recordaron que necesitan que sigan adelante los controles de Inspección General para hacer cumplir con la normativa que regula el estacionamiento medido. “En general hay automovilistas que cumplen con la ordenanza en el momento de estacionar en los lugares donde se exige la colocación de boletas pero lo hacen cuando los inspectores están cerca”, señalaron los trabajadores.

Pergamino tiene una normativa que se pretende hacer efectiva con las modificaciones en el expendio de tarjetas para estacionar; a través de una disposición, los vendedores de boletas deben estar en las esquinas donde hay estacionamiento medido y permanecer en este lugar sin tener que recorrer las calles.

“Después de adquirir la tarjeta, el conductor tendrá que marcarla y depositarla en el interior del vehículo, permitiéndose un máximo de dos boletas”, resaltaron en una tramo de la entrevista.

“Una vez que se venció el plazo, tienen quince minutos de tolerancia antes de remover la unidad, porque los inspectores tienen que verificar que se cumplan los tiempos establecidos. No obstante ello, aún hay personas que no usan estas tarjetas o quienes adquieren una y exceden el tiempo estipulado”, señaló otra de las personas que dialogó con este medio. “Además existen casos de automovilistas que estacionan en lugares no permitidos o tapan los pasos para discapacitados, situación que tratamos de evitar aunque muchas veces nos contestan mal o directamente no hacen caso”, explicaron los vendedores de tarjetas que hablaron con LA OPINION. “Esperamos que alguien nos diga algo, que nos llamen para reunirnos porque todos queremos poner en conocimiento para no tener sorpresas”, coincidieron.

Sin ninguna protección

Es evidente que no son buenas las condiciones laborales que tienen estos vecinos; no cuentan con un seguro que los ampare ante algún accidente y muchos menos acceden a una cobertura médica en caso de enfermedad. “Estamos con el frío o el calor encima, tratamos de ponernos al reparo porque es muy difícil trabajar y también hay que aguantar que las motos cuando se suben a la vereda nos pasan cerca”, reclamaron.

“Hay funcionarios que se nos acercan para hablar, que nos tienen presente todos los días a pesar que en sus autos tienen libre estacionamiento nos ayudan con la boleta”, dijo una señora mayor.