Pergamino

Estudiantes del Instituto “Ramón Carillo” realizaron una investigación sobre HIV


 Karina Luciani y Jaqueline Medina estudiantes que realizaron una investigación sobre HIV (LA OPINION)

'' Karina Luciani y Jaqueline Medina, estudiantes que realizaron una investigación sobre HIV. (LA OPINION)

El disparador del trabajo se centró en un interrogante: ¿Hasta qué punto el HIV es una enfermedad con mayor misticismo que realidad? Las conclusiones señalaron que hay una mirada social de cierto prejuicio a pesar de los avances que han permitido hacer del Sida una enfermedad crónica.


Estudiantes de tercer año de la carrera de Tecnico Superior en Laboratorio de Análisis Clínicos del Instituto Superior “Ramón Carrillo” difundieron los alcances de un trabajo sobre la situación del HIV en Pergamino. El eje de la investigación fue explorar en la  realidad que viven las personas con HIV en relación a su inserción en el mundo laboral y social.

En contacto con LA OPINION las autoras del trabajo Jaqueline Medina y Karina Luciani describieron los alcances de la investigación al referir: “Nuestro trabajo de investigación comenzó el año pasado mientras cursábamos el segundo año de la carrera. Decidimos abordar la problemática del VIH tratando de dar respuesta al siguiente cuestionamiento ¿Hasta qué punto el VIH es una enfermedad con mayor misticismo que gravedad? Y luego de numerosas encuestas realizadas a ciudadanos pergaminenses, entrevistas a profesionales de la salud, más el trabajo de investigación realizado, concluimos que en la actualidad el VIH es una enfermedad con mayor misticismo que gravedad”.

Las estudiantes señalaron que llegar a esta conclusión fue la resultante de un minucioso análisis de datos cuantitativos y cualitativos que les aportó valiosa información respecto de una enfermedad como el Sida, causada por un virus que afecta a las células del sistema inmune cuyas principales vía de transmisión son las relaciones sexuales con una persona infectada, la transmisión vertical de madre a hijo y la transmisión a través de sangre infectada, como al compartir agujas, jeringas u otros elementos corto punzantes.

“Gran parte de las personas encuestadas tienen conocimiento de las principales vías de transmisión del VIH, sin embargo se mostraron distantes a la idea de mantener un vínculo cercano o relación amorosa con una persona infectada”, adviertieron las alumnas del Instituto “Ramón Carrillo”.

Y agregaron que “hoy en día gracias a la disponibilidad de tratamientos antirretrovirales, las personas con VIH pueden llevar una vida normal, correspondiente a una enfermedad crónica, y en ningún caso el desempeño de una profesión por parte de una persona infectada expone a terceras personas a la transmisión del virus”.

En este punto refirieron que el diálogo con profesionales de la salud  les permitió comprender que el HIV es una enfermedad que “nació en la población gay y que por lo tanto carga con un gran estigma”, sin embargo remarcaron que “contraer el virus no es algo privativo de un grupo social”, sino que cualquier persona puede estar expuesta a riesgos si no se toman los recaudos necesarios y pusieron el acento en la importancia de la prevención.

Al respecto enfatizaron: “En la actualidad la sociedad ha hecho un sinceramiento con este grupo y ha reconocido que el HIV no es una característica de la preferencia sexual; poco a poco el pensamiento de la sociedad va cambiando en un proceso que no se da por decreto sino por la evolución de la mirada que va consiguiendo la propia comunidad”.

Entrevistas y encuestas

Para arribar a las conclusiones presentadas en el trabajo académico, Jaqueline Medina y Karina Luciani entrevistaron a diversas fuentes. Entre ellas mencionaron a María Elena Harper, referente del Programa de Infecciones de Transmisión Sexual y  HIV de la Región Sanitaria IV. Su testimonio les resultó valioso para conocer cómo funciona el programa que se encarga de gestionar la medicación y proveer reactivos para testeo y material de promoción y prevención de las enfermedades de transmisión sexual.

En relación a esta entrevista precisaron que las consideraciones de Harper giraron en torno a tres pilares fundamentales: el testeo, el tratamiento y la prevención.

Respecto del testeo la especialista les refirió que “habitualmente los médicos no lo solicitan en los controles, pero si se realiza principalmente en embarazadas”.

Asimismo les comentó los alcances de la propuesta del Ministerio de Salud “Salir a testear”,  orientada a realizar testeos rápidos en diversos lugares para facilitar el acceso de la población al diagnóstico.

Sobre el tratamiento de los pacientes que tienen HIV, las estudiantes señalaron que la entrevista les aportó datos importantes sobre la evolución que ha tenido el abordaje de esta enfermedad desde el punto de vista terapéutico. “Hace 15 años tener HIV era un diagnóstico de muerte y hoy la expectativa de vida de una persona con HIV es igual o mayor a la de alguien que no tiene el virus”, plantearon y señalaron que la referente del Programa de ITS y HIV de la Región Sanitaria IV les refirió que el tratamiento se simplificó a una píldora por día lo que contribuyó a una mayor adherencia y a menores efectos adversos para los pacientes.

En lo que atañe a la prevención, de la entrevista se desprendió el dato de la necesidad de contar con más y mejor información. 

Además de las entrevistas, las estudiantes realizaron encuestas para sondear la mirada de la comunidad respecto del HIV y mencionaron que estos datos les permitieron hacer un análisis cuantitativo y cualitativo valioso.

La discriminación

Fruto de la investigación, cuyos datos las estudiantes proporcionaron a LA OPINION se desprende que el principal problema que plantean las personas infectadas es el de la discriminación. “El tema de decirlo o no decirlo se les plantea como un dilema, ya que sienten que cambia el modo en que se los trata”.

“En cuanto a las familias se presenta mucho el miedo a la muerte, pero cuando se dan cuenta que el paciente puede hacer una vida normal se tranquilizan”, agregaron las estudiantes, que opinaron que “si bien la mentalidad de la sociedad va cambiando de a poco, es un proceso gradual”.

“El HIV es una patología compleja de abordar, ya que el hecho de crear un consultorio especial para ello les genera cierta exposición que puede profundizar la discriminación por cuanto se los está etiquetando en función de un problema de salud”, reflexionaron.

“Sin lugar a dudas estamos ante una enfermedad con un gran estigma, que provoca discriminación y es tarea del conjunto de la comunidad evolucionar para la que discriminación no ocurra”, resaltaron, sin olvidar que “si bien el tratamiento ha mejorado mucho, tener HIV implica una vida eterna de controles, por lo que el mejor camino sigue siendo el de la prevención”. 

Interrogantes

Las conclusiones del trabajo elaborado por las estudiantes del Instituto “Ramón Carrillo” incluyen una serie de interrogantes: “ ¿De dónde viene el miedo a acercarnos a ellos? ¿Será porque se trata de una enfermedad mal vista por ser de transmisión sexual, cuyos orígenes señalan a la comunidad gay?”. Y concluyen: “Podemos informar que se confirma el planteamiento inicial de que el HIV es una enfermedad con mayor misticismo que gravedad y para poder modificar esta situación es importante y necesario informar a la población sobre el HIV, con todo lo que implica y no implica esta afección”.


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