Generan constantes problemas en el tránsito los vehículos afectados a cargas y descargas

Son recurrentes los reclamos porque los camiones que llevan mercadería se detienen en cualquier parte provocando demoras en la circulación e inseguridad vial. No se ven inspectores labrando multas sobre esta falta, que es de toda hora y de todos los días. La responsabilidad no le cabe sólo al repartidor sino también al comerciante. Con Simple se fijará un horario para los proveedores.

La respuesta del infractor es siempre la misma: “Pero yo estoy trabajando”. Así “pide gancho” el transportista para cometer una infracción. Aunque sea “por una buena causa” es una falta y no debiera exonerarse de responsabilidad a quien la comete.

Curiosamente, en Pergamino no hay estipulado un horario para la carga y descarga en el Centro. Todas las ciudades de cierto porte lo tienen, justamente para que la tarea sea más asequible a quien está trabajando y para no complicar la circulación vehicular en horas de tránsito fluido.

No tenemos horario establecido pero debiéramos tener sentido común: que un distribuidor pretenda descargar cajones de bebida en la puerta misma de un local del microcentro a las 11:00 o a las 18:00 (por citar dos horarios complicados) es saber de antemano que deberá cometer alguna infracción: doble fila, estacionamiento a mano izquierda o línea amarilla. Entonces: ¿por qué lo hacen? ¿Por qué no cumplir esta tarea en un horario de mejor accesibilidad? Tal vez es falta de sentido común, tal vez comodidad de ambas partes (el que baja y el que recibe) pero con total seguridad es por falta de rigor. Porque aunque sea por motivos laborales, a ese infractor le cabe la multa correspondiente, la que, todos sabemos, nadie les hace.

¿Simple podrá?

En menos de una semana comenzará a operar Simple, el nuevo sistema de estacionamiento medido.

Además de diferenciar aranceles por zonas, otra novedad que trae es que estipula los horarios para carga y descarga. Con Simple, los transportistas podrán descargar cómodamente la mercadería pero cumpliendo con las normas generales de tránsito y lo harán cómodamente y sin entorpecer porque deberán cumplir un horario para ello, como sucede en la mayoría de las ciudades.

Así lo informa el Municipio en su sitio Web: “El estacionamiento en lugares delimitados de carga y descarga en la zona Microcentro será para el uso comercial (camiones, fletes, vehículos de distribución) en el horario de 21:00 a 09:00 y de manera paralela al cordón, no pudiendo realizarse sobre el margen izquierdo en ninguna ocasión. Fuera de ese horario, los lugares de carga y descarga serán utilizados para el estacionamiento medido.

¿Podrá Simple lograr lo que el sentido común no pudo hasta ahora?

Con el nuevo sistema de estacionamiento medido a punto de empezar, finalmente se fijará un horario de carga y descarga.  (LA OPINION)

Culpas compartidas

Los vecinos no dudan en mostrar su enojo y lo descargan sobre los conductores de los vehículos de carga estacionados de forma indebida. Pero lo cierto es que esta maniobra irregular se realiza con la complicidad de los comerciantes y de los agentes de tránsito. Los primeros porque no siempre están dispuestos a atender a sus proveedores por fuera de los horarios de comercio, o bien son poco previsores con su stock y terminan pidiendo reposición a último minuto, con la urgencia de que lo entreguen ya. Los segundos, lejos de solicitar que se despeje el lugar o proceder a la realización de la contravención correspondiente, siguen circulando como si nada pasara, o bien hacen sonar las sirenas de los móviles pero no se detienen en el lugar. Es obvio que no quieren ponerse a discutir con quienes, como ellos, están trabajando. Pero como decimos, eso no es excusa para que cada uno, transportista y agente, haga lo que tiene que hacer.

Un problema constante

Mientras en otros puntos se trabaja para revertir situaciones vinculadas con la seguridad vial mediante operativos de control, sin importar la empresa involucrada, los inspectores tendrán que labrar la contravención a quienes manejan los camiones que llevan bebidas o alimentos, como para citar un ejemplo de las tantas situaciones que se ven todos los días en Pergamino.

“Las líneas amarillas están puestas por algo y se encuentran en total vigencia. Dentro de los cinco metros de las esquinas, enfrente de las instituciones públicas como bancos, colegios o espacios para personas con discapacidad, que además tienen sobre el pavimento un distintivo que marca el lugar, no se puede parar”, añadieron ante la pregunta de LA OPINION. Estos repartidores no solo paran en cualquier lado, y dejar los rodados en mano izquierda se volvió una rutina para ellos.

De igual manera también es irregular colocar sillas, conos, tachos de basura frente a viviendas o comercios para que los autos no estacionen.

Los reclamos

Los vecinos se quejan porque al estar estacionados en situaciones irregulares impiden ver semáforos y los autos que vienen por la otra calle, algo cotidiano que pasa en la ciudad sin que se note una voluntad de cambio por parte de la autoridad competente. Cabe destacar que si bien es común ver frente a supermercados, kioscos, restaurantes y negocios de toda índole -además de inmuebles particulares-, vehículos de gran porte estacionados, muchas veces en doble fila y haciendo movimientos de mercadería fuera de horario, muchas de esas circunstancias suelen terminar en bocinazos, roces y discusiones con los automovilistas.

Vehículos grandes

El movimiento comercial de la ciudad hizo que los vehículos de carga dejaran de ser camionetas como sucedía tiempo atrás y ahora los que están distribuyendo las mercaderías circulan en camiones; tanto las bebidas como lácteos se reparten en rodados de gran porte que al estacionarse, generalmente mal, provocan esos reclamos de los vecinos. Esta cuestión fue tema de debate en otro tiempo y aquella playa de transición que se proponía, para que al ejido urbano no entraran los camiones sino que la mercadería llegara a destino en utilitarios para preservar las carpetas asfálticas y el tránsito, quedó en la nada.

Situaciones similares están viviendo los vecinos de avenida Florencio Sánchez y su continuidad por Barrancas del Paraná, en estos casos el pedido formulado a través de LA OPINION, consiste en controlar el paso de camiones pesados; “a toda hora tenemos problemas porque pasan camiones que llevan cualquier cosa”, se quejó Aníbal Castillo, un comerciante de la zona que mostró su enojo por redes sociales.

En esta misma línea, Rosa Aguilar, del barrio Belgrano, contó que “hay que tener mucho cuidado con los chicos porque los camiones pasan rápido, de noche y de día, es el problema pero nadie nos escucha”, se quejó esta vecina que vive a pocas cuadras del Arroyo, sobre avenida Barrancas del Paraná.