Gutiérrez convocó a la militancia para “la gran transformación social”

Al asumir como presidente del Comité de Distrito de la UCR, el exintendente y actual diputado nacional hizo un llamado a los afiliados para que contribuyan desde el lugar que a cada uno le toque a cambiar la realidad. Defendió la formación de frentes programáticos y cuestionó las uniones de fuerzas que no tienen los mismos ideales.

DE LA REDACCION. El Comité de Distrito de la UCR tiene nueva conducción, desde que el lunes a la noche asumieron las autoridades electas en el proceso interno que, para el caso de Pergamino, tuvo lista única, liderada por el diputado nacional Héctor “Cachi” Gutiérrez.

Fue una ceremonia muy cálida, con representación de varios sectores internos del radicalismo y también de fuerzas políticas afines que conforman, junto a la UCR, el partido de gobierno a nivel local, como el GEN, el Partido Socialista, Libros de Sur e Integración Cívica.

El intendente Omar Pacini, radical de pura cepa, fue uno de los oradores de una noche que tuvo mucha mística militante.

Gutiérrez asumió como presidente, secundado por Marcos Carini, Cecilia Rippa y Ricardo Bari en los puestos directivos de mayor relevancia.

En su discurso el exintendente agradeció “a quienes consagraron una lista única, plural, representativa de las distintas corrientes que conforman esta Unión Cívica Radical de Pergamino”.

También recordó que era su segunda oportunidad como presidente de este Comité, antes lo había hecho en 1991, y que “siempre resulta un honor conducir los destinos del partido al que uno pertenece en su pago chico”, pero agregó que  esperaba “que sea la última oportunidad, porque la democracia se construye con alternancia y renovación y aspiramos a que otras generaciones, otros jóvenes vayan proyectándose”.

Luego se metió de lleno en la cuestión política y dejó un mensaje entre líneas para los “socios” políticos de la UCR, al resaltar la figura de Juan Domingo Perón.

Recordó que en el radicalismo se forjó al calor de la necesidad de cambiar la historia, después de varias décadas de regímenes que omitieron el bienestar de las clases populares. “Fue así que comenzó un movimiento fantástico en nuestro país que tuvo dos episodios de movilización social ascendente que han marcado la vida y la historia de los argentinos: el radicalismo y el peronismo. En 1945 el General Perón advirtió el fenómeno de la industrialización en la Argentina y la inmigración del campo hacia las ciudades y produjo aquel otro movimiento que importó el reconocimiento de los trabajadores y el otorgamiento de los derechos a quienes realmente estaban al frente de los procesos de producción en Argentina. Uno y otro, el peronismo y el radicalismo, son los dos grandes movimientos populares que ha tenido nuestro país, pero no siempre se han respetado aquellos orígenes, porque los dirigentes no siempre fueron coincidentes con los idearios y con las doctrinas. Y cuando eso ocurre, cuando se desoye el mandato, todo se convierte en una corporación que se retroalimenta así misma, una corporación política que pierde los ideales por los cuales ha surgido, por los cuales debe luchar”, enfatizó un enérgico Gutiérrez.

“Por eso -continuó-  frente a las tentaciones que importan la formación de corporaciones políticas, nosotros lo debemos plantear seriamente a partir de la militancia, de la gente, de la masificación de los partidos políticos, porque la pérdida de identidad de los partidos políticos ocurre precisamente cuando unos pocos se adueñan de ese caudal electoral que supo tener un partido y va disminuyendo su representación política pero siguen manteniendo sus privilegios. Por eso la participación popular es la única garantía de que los mandatos que han sido predestinados en cada una de las fuerzas políticas populares perduren”.

Frentes electorales

Gutiérrez habló luego de los frentes electorales. “Hoy nos toca, como lo venimos haciendo desde hace años, constituir frentes electorales, que son las formas de representación de la democracia moderna. Aquella fisonomía del bipartidismo entre el peronismo y el radicalismo han comenzado a ceder y hoy se constituyen alianzas, frentes electorales con denominadores comunes, con personalidades similares que luchan por el poder. Y es bueno entonces detenernos y pensar en qué significa el poder. Para algunos el poder es justamente el sostenimiento de la corporación política, para algunos es una nueva forma de ascenso económico de sus propios dirigentes, para algunos es tirar por la borda el ideario y el afán de lucha que tuvieron tantos otros dirigentes, para nosotros el poder es el mecanismo de transformación de la sociedad. El poder no es administrar la realidad, sino la herramienta que da el pueblo para transformar esa sociedad buscando posibilidades de mayor equidad, otorgando igualdad de oportunidades, sacrificándonos y luchando por los que menos tienen para la construcción de una sociedad más igualitaria.

“Los partidos y las corporaciones son dos modelos antagónicos del ejercicio del poder, dos modelos que ninguna especulación electoral puede intentar sumar entre sí. Ya vivimos experiencias de suma de poder y no nos fue bien: en 1999 constituimos un frente electoral para derrotar al menemismo y así nos fue. Los frentes electorales tienen que ser el resultado del ejercicio previo, de la discusión, de la búsqueda de esos ideales comunes, de los programas de gobierno, de la identidad de sus dirigentes, definitivamente de ese ejercicio de poder para la transformación de la sociedad y no para la administración de la sociedad”.

Por último, hizo un llamado a la militancia. “Por estos días -dijo- mucho se habla de distintos acuerdos y frentes electorales, y debo decir que me sorprendo cuando escucho a dirigentes de nota hablando de construir frentes electorales sin saber para qué van a formarlo, sin saber cuál es la plataforma, el programa de gobierno de ese frente. Creo que hay quienes especulan con ser protagonistas del momento de la historia, y hay otros, los que militamos, que sabemos que muchas veces no vamos a protagonizar ese momento de cambio trascendental de la sociedad, pero que cada contribución militante podrá ir abonando el camino para que quizás otros produzcan ese fenómeno de la gran transformación social que está reclamando la Argentina”.