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A través del área de Epidemiología de la Región Sanitaria IV se hizo un mapeo del cuadro de situación sobre la base de los casos notificados de ambas patologías en lo que va del año. Preocupa el fallecimiento de pacientes. Tras el análisis de la información se lanzó un alerta para incrementar la vigilancia. El control de los roedores es fundamental.
DE LA REDACCION. En lo que va del año el área de Epidemiología de la Región Sanitaria IV recibió nueve notificaciones de hantavirus y 10 de leptospirosis. Con respecto a la primera enfermedad, de los notificados tres resultaron positivos y seis negativos y de los confirmados un paciente falleció, lo que arroja una letalidad del 33, 3 por ciento. Para la segunda patología, dos de los 10 casos notificados arrojaron resultado positivo en las pruebas de diagnóstico y fallecieron lo que marca una tasa de letalidad del 100 por ciento; tres resultaron negativos y cinco se encuentran en estudio.
Estos datos se desprenden del mapeo realizado esta semana por el área de Epidemiología de la Región Sanitaria IV. Luego del análisis que supuso un relevamiento de la situación en todos los distritos que están bajo su órbita, desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires se emitió un alerta con una serie de recomendaciones de tipo epidemiológicas para incrementar la vigilancia y asegurar que ante la ocurrencia de síndromes febriles inespecíficos se sospeche de la posibilidad de estas enfermedades y se actúe con la premura que requiere el abordaje de patologías que suelen ser complejas desde el punto de vista clínico.
El alerta que surge de la “sala de situación” y que reciben los efectores sanitarios y referentes de las áreas de Salud de los distintos municipios de la zona se refiere que “ante la presencia de casos fatales tanto de hantavirus como de leptospirosis se sugiere reforzar la modalidad de vigilancia tanto clínica como de laboratorio con la adecuada notificación de los mismos y su respectiva carga al sistema nacional de vigilancia sanitaria”.
En un documento emitido y distribuido por la Región Sanitaria IV se aconseja además que las autoridades correspondientes implementen en los municipios las medidas de prevención y control necesarias para evitar futuros casos de estas patologías.
Entre las acciones recomendadas aparecen las siguientes: educar a la población sobre la importancia de evitar la exposición a roedores y su presencia en hogares, incluyendo las medidas apropiadas para su control; realizar el control de roedores en pueblos y ciudades según normativas municipales correspondientes; y asistir a los pacientes sospechosos en establecimientos hospitalarios que cuenten con asistencia respiratoria.
También se recomienda que se notifique a las autoridades locales de Salud y del área de Control de Plagas o Medioambiente para que se investiguen contactos o fuentes de infección (basurales, piscinas, aguas contaminadas), detección de roedores en viviendas o lugares de trabajo.
El análisis
Para la realización del mapeo y posterior emisión del alerta se hizo un análisis de la evolución de los casos notificados tanto de hantavirus como de leptospirosis al área de Epidemiología de la Región Sanitaria IV durante las semanas 1 a 5 del corriente año, provenientes de los distintos partidos que la componen.
Para la concreción del estudio se utilizaron las fichas de denuncia de síndrome febril confeccionadas por los efectores de salud y datos obtenidos del Sivila (Módulo de Vigilancia por Laboratorio del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud del Ministerio Salud de la Nación).
Las patologías
El hantavirus es un virus RNA (utiliza ácido ribonucleico ARN como material genético) del cual en Argentina circulan al menos nueve genotipos distintos. Se encuentran en la naturaleza infectando crónicamente a roedores, que eliminan este virus mediante sangre, secreciones o excretas y es transmitido al hombre por inhalación o penetrando a través de pequeñas heridas. La transmisión de persona a persona se ha documentado en el sur de nuestro país asociada al virus Andes.
Se caracteriza por presentar prodromos de cuatro a seis días con fiebre, mialgias, astenia, cefalea, vómitos y diarrea. El cuadro puede evolucionar rápidamente a una fase cardiopulmonar que presenta distrés respiratorio y alteraciones hemodinámicas graves, pudiendo alcanzar una letalidad del 50 por ciento. El diagnóstico se confirma por laboratorio mediante Elisa.
La leptospirosis es una zoonosis causada por la leptospira, perteneciente al orden de los Spirochaetales. Afecta a animales de sangre fría como caliente, siendo los mamíferos actores principales en la transmisión hacia los humanos, ya sea por contacto directo, con orina, suelo, agua o materiales contaminados. La puerta de entrada es por piel o mucosas.
Esta enfermedad presenta cuadros clínicos variables, desde formas asintomáticas hasta casos graves con un 20 por ciento de letalidad. Se caracteriza por iniciar fiebre repentina, cefaleas, mialgias intensas, pudiendo estar acompañado de ictericia, insuficiencia renal, meningitis, neumonía con distrés respiratorio, hemorragias y miocarditis en las formas graves.
El diagnóstico se confirma mediante la técnica de microaglutinación con antígenos vivos, requiriendo además contar con una segunda muestra que deberá extraerse dos a tres semanas después de la primera.
Ambas son patologías endémicas para esta zona sin que la comunidad de la región parezca aún tomar verdadera conciencia del riesgo que implica contraerlas. Para ambas evitar el contacto con los roedores es la principal herramienta de cuidado.
