Pergamino

Javier Martínez y un mensaje de esperanza para otro año que se prevé difícil


 El intendente Javier Martínez durante su discurso anual este lunes en el Concejo Deliberante (LA OPINION)

'' El intendente Javier Martínez durante su discurso anual, este lunes en el Concejo Deliberante. (LA OPINION)

El intendente inauguró el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante con su discurso anual. Reseñó lo realizado el año pasado atravesado por la pandemia y marcó pautas de lo que se pretende realizar en el presente ejercicio, también signado por el mismo problema. También dedicó varios pasajes de su discurso a la cuestión política.


Javier Martínez abrió este lunes el año legislativo con un extenso discurso (se puede ver completo al final de la nota) brindado al pleno de concejales y su gabinete, mientras que el resto de los habituales invitados esta vez no pudieron asistir por cuestiones sanitarias pero pudieron seguir la actividad a través de la plataforma Zoom. Fue la sexta ocasión consecutiva y la segunda de su segundo mandato en que el intendente brinda su discurso anual con el que deja abierto el período de sesiones ordinarias del órgano legislativo.

En el marco de una agenda de trabajo nutrida de desafíos, Martínez reseñó

lo realizado el año pasado atravesado por la pandemia y marcó pautas de lo que se pretende realizar en el presente ejercicio, también signado por el mismo problema, pero ya con otras perspectivas.

Martínez también dedicó varios pasajes de su discurso a la cuestión política con hincapié en dos cuestiones centrales: por un lado por los recursos que salen de Pergamino en forma de impuestos y no regresan mientras aquí han muchas personas con problemas económicos que podrían ser beneficiadas con esos recursos que se generan en el distrito, y por otro lado apuntó al uso político de la pandemia por parte de los gobiernos nacional y provincial, especialmente en lo referido a la vacunación. Allí el intendente fue tan tajante como oportunista para lanzar su crítica que concluyó con un ruego en tono de exclamación: “Con Pergamino No”.

El mandatario también dedicó parte de su discurso a reconocer a todo el personal municipal y agradeció a los concejales, incluidos los de la oposición, por el trabajo realizado durante un 2020 muy difícil.

Martínez esta vez no dividió el discurso por cada una de las secretarías, sino que eligió los principales temas de gestión. Así tuvieron su espacio las obras a concretar, los pueblos de campaña, la seguridad, los planes de vivienda, la asistencia social con inclusión y, por supuesto, la continuidad de la pandemia.

En materia presupuestaria, destacó que el 2020 terminó con superávit.

El discurso

A continuación el discurso que brindó el intendente:

Comenzamos un año diferente, cargado de desafíos y con mucho entusiasmo. Un año donde necesariamente nuestra agenda y planificación de actividades se ha adaptado a los tiempos que corren, a una nueva realidad que nos interpela y nos obliga a generar nuevos espacios y formas de trabajo con el objetivo de que Pergamino siga

creciendo de manera sostenida.

Venimos de un año muy difícil en el que hemos aprendido mucho, nos hemos adaptado y podemos decir que estuvimos a la altura de las circunstancias para acompañar a nuestros vecinos en cada instancia que se fue planteando de acuerdo al avance de la pandemia y a las regulaciones que iban definiendo los Gobiernos Nacional y

Provincial.

Siento con gran orgullo que hemos formado un gran equipo con los pergaminenses, que hemos podido hacer frente a muchas vicisitudes y lo logramos trabajando juntos,

con diálogo y consenso.

Sin embargo, en el que probablemente haya sido el año más complejo de nuestra gestión, quiero dejarles un mensaje de esperanza. Esperanza porque hemos logrado

mucho incluso en estas circunstancias.

Hemos podido seguir con la obra del Centro de Convenciones y Bellas Artes que pronto inauguraremos y será un espacio moderno y único en la zona. Avanzamos como nunca antes en la recuperación de espacios verdes realizando un recambio, modernización y creación de nuevas plazas; colocación de juegos, equipamiento y mobiliario público. Estamos trabajando e inauguraremos pronto la segunda etapa de nuestro Parque Belgrano que será orgullo de la Región.

Hemos mejorado y ampliado las cuadrillas de bacheo y poda brindando respuesta a la totalidad de los barrios de nuestra ciudad. Extendimos la iluminación en sectores periféricos y el alumbrado público en importantes tramos y barrios de la ciudad llevando mayor seguridad y visibilidad.

Seguiremos trabajando con nuestro plan de contenerización y separación en origen. Hemos avanzado en barrio Acevedo. Este año vamos seguir con los barrios Vicente López, Champagnat, Docente, La Amalia, José Hernández, San Martín, Kennedy Chico, 9 de Julio, Ameguino y 66 viviendas. Hemos concluido la obra de la Cisterna que abastece de agua a los barrios Ferroviario y Desiderio de la Fuente, solucionando un problema histórico para los vecinos de esa zona.

Estamos trabajando sin pausa en la remodelación y ampliación del Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) del barrio Otero para brindar una mejor atención a los vecinos de la zona norte de la ciudad. Pronto se inaugurará el nuevo CAPS de zona sur. Y se licitará el nuevo CAPS en Villa Alicia. También está casi finalizada la obra de la nueva y moderna Jefatura de Policía en la intersección de Alsina y Alberti. Ambos espacios se inaugurarán en los próximos días. Al igual que el nuevo vacunatorio

municipal que se está construyendo sobre avenidaUgarte.

Construimos dos nuevos Puntos Digitales y realizaremos cuatro más en diferentes zonas de la ciudad. Comenzamos la obra de los nuevos vestuarios de la pileta municipal y construiremos nuevos centros de calistenia en el Parque España y en el Parque Municipal.

Nuestro Club Social de Innovación se adaptó a las necesidades que surgieron por la pandemia y trabajando junto con el Polo de Innovación Tecnológica se fabricaron en serie y en escala elementos de protección, que en ese momento no se podían adquirir en el mercado, por medio de una red de impresoras 3D compuesta por voluntarios.

En el término de tres meses se entregaron más de 8.000 elementos de seguridad, no solo a los médicos de Pergamino sino también al personal esencial del municipio.

Continuamos con las obras de ampliación del Parque Industrial con el objetivo de sumar nuevos lotes para ofrecerlos a las empresas que requieren este espacio.

Estamos trabajando en la implementación de un nuevo sistema de Seguridad ciudadana (Ojos en Alerta). Es una nueva herramienta para potenciar la prevención y la seguridad que funciona mediante la colaboración conjunta entre vecinos y el Centro de Monitoreo municipal. De esta manera, lograremos una mejor planificación de los operativos de control para la prevención del delito. Estamos poniendo en funciones nuevos vehículos de la Patrulla Urbana para brindar un mejor servicio de seguridad en las

calles de nuestra ciudad.

Trabajamos en la finalización de la red y el servicio de agua para Villa San José, en la localidad de Rancagua, agua y cloacas en la localidad de Acevedo, y agua en la localidad de Alfonzo. En Redes e Infraestructura Básica se ha puesto gran énfasis y tenemos planificado para este año finalizar las obras de agua y cloacas de Solares III y las obras en Scalabrini, donde tenemos 80 lotes con servicios para toma de posesión de los adjudicatarios. Con el plan Solares, seguimos entregando lotes, tanto en ejido urbano como en los pueblos de campaña.

Logramos redefinir el plan de emergencia de asistencia alimentaria pasando de la entrega de bolsones a tarjetas precargadas para la compra de alimentos; terminando con una práctica, como mínimo poco digna, para los beneficiarios. Asimismo, este año pasaremos al sistema de tarjeta también a los merenderos y comedores para que puedan administrar ellos mismos los recursos que les ofrece el municipio.

Iniciamos un nuevo proceso de becas deportivas con el objetivo de fomentar el deporte a quienes menos posibilidades tienen en los clubes del barrio.

Trabajamos en un proyecto de construcción de viviendas que podrán pagarse con sistemas de ahorro, para que más pergaminenses puedan acceder al sueño de la casa propia. Las mismas, incluso, se van a poner a disposición del nuevo programa de tareas comunitarias para personas que puedan trabajar a cambio del pago de las cuotas.

Modernización

Como ustedes saben, nuestro municipio es modelo en el país en modernización del Estado. No sólo hemos digitalizado buena parte de los expedientes administrativos y los

decretos, sino que ahora vamos por el Rafam Digital. Este es el último paso para despapelizar totalmente la administración. No sólo trae beneficios en tiempos para los vecinos como el agregado de la ventanilla única, sino que suma transparencia al proceso administrativo.

Con respecto a la economía de nuestra ciudad, durante el 2020 hemos podido acompañar a los sectores más afectados de la sociedad con medidas que amortiguaron el impacto económico de distintas actividades como ser prórrogas de vencimientos, quita de intereses a los vencimientos operados en los meses más complicados de la pandemia como también a los planes de pago cuyas cuotas vencían en ese período. Se elevó al mínimo exento de pago a las clínicas y/o sanatorios afectados a la atención de pacientes Covid como también al sector de la confección.

Se eximió el pago de ocupación de espacios públicos en la vía pública para el sector gastronómico y afines y heladerías. Eximición del pago por todo 2020 del derecho de publicidad y propaganda para el sector gastronómico y afines, hoteles, agencias de turismo, gimnasios, predios deportivos en alquiler, heladerías y salones de fiesta. Se realizó la renovación automática para la exención de las tasas para jubilados y pensionados que habían sido beneficiarios en el año 2019.

Cerramos el ejercicio fiscal 2020 con superavit como es política de este municipio. Y esto nos permite, cuidar el dinero de los pergaminenses y estar siempre preparados

para afrontar contingencias.

Parece mentira que ya pasó un año de aquello que veíamos por los medios de comunicación: una pandemia había llegado para quedarse y los casos de coronavirus aumentaban día tras día en Europa y Estados Unidos. Tuvimos que tomar la decisión de suspender todo tipo de actividades donde se juntara mucha gente en la ciudad. Así fue que, con mucha tristeza, nos quedamos sin la tradicional y solidaria maratón de la Fundación Leandra Barros.

Luego vino el cierre de las actividades para los grupos de riesgo y, de pronto, se decretó la primera etapa del Aislamiento Preventivo, Social y Obligatorio.

Los vecinos discutíamos si las medidas que se iban tomando eran las correctas, si había que “amurallar” la ciudad, quiénes eran trabajadores esenciales y quiénes no…

No teníamos mucha información, pero sí se iba instalando el miedo: a lo desconocido, a una enfermedad muy peligrosa para gran cantidad de la población, a los contagios, a la carga viral y a la potencialidad que podría tener el Covid en nuestras tierras.

Hicimos los deberes, estuvimos a disposición de lo que nos iba pidiendo el Gobierno Provincial, preparamos toda la estructura de salud y comenzamos con una estrategia que hoy, luego de un año de trabajo intenso, puedo decir con orgullo que funcionó perfectamente.

Pudimos, desde el Estado municipal, coordinar un trabajo en equipo con todo el sistema público y privado de Salud y dimos respuesta a las necesidades de nuestros vecinos sin días ni horarios, con compromiso y profesionalismo.

Los pergaminenses que necesitaban de un Estado presente a pesar de la cuarentena o el aislamiento, contaron con nuestros Centros Comunitarios que pasaron a la modalidad de entrega de viandas. Se realizó una campaña muy importante para lograr que todos aquellos que no podían trabajar, al menos pudieran acceder a los alimentos y preparamos la infraestructura adecuada para la potencial atención y/o aislamiento de personas afectadas por el virus.

En el mes de junio, Pergamino se convirtió en el único Partido con más de cien mil habitantes que llegó a la Fase 5: “Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio”. Eso significó grandes avances en materia de habilitaciones de diferentes actividades y rubros que los vecinos recibieron con agrado y responsabilidad. De a poco, gran parte de los pergaminenses pudieron ir volviendo a su trabajo.

Luego, comenzó a subir el número de casos y todo el sistema de salud (público y privado) se cargó al hombro la situación y hasta el día de hoy no han cesado en el esfuerzo. A ellos, una vez más quiero expresarles el principal reconocimiento y agradecerles infinitamente por cuidarnos, por curarnos y por dejar de lado incluso su propia seguridad en beneficio de la salud de todos nosotros.

A un año del comienzo de la pandemia, si hacemos un balance de lo vivido, podemos ver que el alto nivel de confinamiento trajo muchas complicaciones. Los vecinos siempre hicieron el esfuerzo, pero la incertidumbre generó cansancio: causal primordial de situaciones que llevaron a una falta entendible de cuidado en muchos ámbitos, sobre todo los laborales. La economía familiar se vio terriblemente afectada y la gente necesitaba salir a trabajar.

Las escuelas estaban cerradas mientras los bancos llegaron a tener cuadras enteras de colas con nuestros abuelos arriesgándolo todo en la calle. Se discutía si podían o no abrir las actividades deportivas de la ciudad mientras los supermercados atendían cientos de personas. Se le prohibió trabajar a empresarios gastronómicos, hoteleros, a toda la industria del entretenimiento y, al mismo tiempo, fuimos testigos de un multitudinario velorio en la mismísima Casa Rosada. Había muerto mucha gente a

causa del coronavirus y las reuniones y encuentros sociales de gran cantidad de personas estaban prohibidas. Es el Estado quien debe dar el ejemplo.

Ese tipo de mensajes contradictorios (que hubo varios) hicieron en buena parte de la segunda etapa, el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio, una normativa incumplible.

La pandemia

Luego llegó la noticia más esperada por todos los argentinos. La existencia de la vacuna y la posibilidad de que pronto pudiéramos tenerla en nuestro país. Es allí donde

comienza otra etapa cargada de contradicciones, falta de trabajo en equipo y, como mínimo, una falta de respeto hacia quienes se cargaron la pandemia al hombro (nuestro personal de salud) y hacia todos los argentinos.

Primó la idea de que la política se hiciera cargo de la campaña de vacunación. Hecho aberrante que hemos denunciado, porque la resolución del Ministerio de Salud de la

Nación número 2883/2020 indica la necesidad de invitar a los gobiernos provinciales y municipales a implementar acciones de difusión y comunicación relacionadas con el plan de vacunación. Lo que infiere que no se permite siquiera justificar ni dar sustento a las conductas materiales de la Provincia de Buenos Aires, consistentes en delegar de hecho en asociaciones político-partidarias el asesoramiento y difusión del plan vacunatorio.

Todo esto sucedió mientras habíamos presentado un pedido especial junto a un grupo de intendentes de la Región Sanitaria IV poniendo a disposición la infraestructura de salud municipal institucional y no partidaria; no solo para la difusión, sino para la implementación del plan de vacunación.

En el Partido de Pergamino tenemos 27 Centros de Atención Primaria y un vacunatorio especializado. Todo esto financiado con los recursos de los pergaminenses sin importar su afiliación política. Nuestros espacios de Salud que trabajaron con esmero durante toda la pandemia, fueron pasados por alto para hacer una campaña de información en locales políticos y asignar una de nuestras principales escuelas que se necesita para dar clases, en un improvisado Centro de Vacunación gerenciado, nuevamente, por la política y no por el sistema de salud local.

Como si todo esto fuera poco, hemos sido testigos de uno de los atropellos más grandes al concepto de igualdad, inclusión y respeto por el otro. Los vacunados VIP. Esto fue tan grave que llevó a la renuncia de un ministro de la Nación y, al día de hoy, no sabemos hasta dónde puede llegar semejante acto de inmoralidad. Es la vacuna de todos, es la esperanza de todos. Con eso no se juega. Y mucho menos, se hace política.

Hasta hoy, 6951 pergaminenses cursaron la enfermedad y 133 vecinos fallecieron a consecuencia del coronavirus. Exigimos que se haga público y transparente el porcentaje de personas que se han vacunado en la ciudad. Esenciales, no esenciales, de riesgo e incluso amigos de la política.

Cerraron cientos de comercios, perdimos empleo como nunca antes, enviamos a la pobreza a la mayoría de nuestros jóvenes, cerramos nuestras fronteras y perdimos el valor del peso estrepitosamente. La culpa no es de la pandemia. La culpa no es del coronavirus. La impericia, la improvisación, la falta del valor de la palabra, la incertidumbre, la poca transparencia y el entusiasmo por ponerle “política” a las instituciones nos han dejado donde estamos.

Este es un llamado de reflexión no sólo al partido gobernante. Es un llamado de atención a la política como actividad razonable en una comunidad que necesita repensar sus objetivos y establecer los canales de diálogo a favor de los representados. No a favor de la política.

Por todo esto, seguiremos trabajando como lo hemos hecho estos años. Con el mismo compromiso con nuestros vecinos y con la mirada en el crecimiento de nuestro querido Pergamino.

La relación del intendente con el vecino naturalmente se cimienta sobre la base de cumplir con las promesas, de estar cerca de las demandas cotidianas. Una nueva cuadra de cordón cuneta, extensión de luminarias, infraestructura de agua y cloacas, una plaza nueva o un parque; un nuevo centro de salud, una bicisenda o nuevo asfalto. Todas acciones inherentes a un municipio y de relación directa con el intendente y su equipo. Todo esto hicimos siempre y seguimos haciendo durante este año a pesar de la pandemia.

Pero, lamentablemente, hay momentos de la historia donde no todo da lo mismo, donde la función política del intendente no puede estar divorciada del pesar de los vecinos. En un contexto donde la caída de la actividad económica se compara con el año 2002 luego de la crisis, donde el desempleo bate records y donde los índices de pobreza superan máximos históricos, uno no puede vivir al margen de las cuestiones macro.

Pero, inclusive, sin tener injerencia jurisdiccional sobre todas estas cuestiones, puede uno al menos opinar sin mayores sobresaltos. Sobre todo, cuando uno sabe que las tareas en su ciudad están en marcha. Pero no podemos quedarnos callados cuando vivimos en el mundo del revés.

Porque en el mundo del revés se nota mucho la grieta; porque la grieta no es ideológica, no es partidaria, no es generacional. La grieta es moral.

Eso hay que entenderlo y esa es la lucha de todo mi equipo, todos los días. Para que nuestro país recupere lo mejor de su historia. Los valores, la familia, el trabajo, el mérito, la vocación por lo público en lugar de la adoración por sacar rédito de lo público. El sentido de solidaridad y empatía; en lugar de servirse de los demás.

Y siempre parece que estas cuestiones están reservadas para los canales de televisión nacionales, cosas que pasan en la ciudad de Buenos Aires, en otras provincias o en el conurbano. Pero, lamentablemente, son cosas que cada día pasan con más naturalidad en nuestra ciudad.

Oficinas públicas provinciales y nacionales que permanecen técnicamente cerradas desde hace un año; un sistema paralelo gerenciado por la política para la promoción y distribución de las vacunas y alimentos; la búsqueda del adoctrinamiento con los recursos del Estado. Tenemos que estar alertas todos y cada uno de los pergaminenses,

estas cosas no pueden suceder en nuestra ciudad. Con Pergamino NO.

Repensemos qué valores queremos para las próximas generaciones. Tenemos la necesidad de aplaudir los ejemplos que están bien y marcar que cosas o actitudes consideramos que están mal.

Aplaudamos a un joven que con mucho esfuerzo logra participar en una olimpíada, a un científico pergaminense que triunfa, a la gran cantidad de vecinos que tributan y se

levantan todos los días a trabajar para sacar a su familia adelante. No todo es lo mismo. Y no está bien, no es un orgullo y debemos repudiar a cualquier persona que se vacune antes que alguien que lo necesita.

Una joven enfermera de un centro de salud de barrio conoce más a sus vecinos que un militante político. Los mejores jóvenes no se sacan fotos en redes vanagloriándose del uso indebido de los recursos del Estado; los mejores jóvenes son los que durante todo el año pasado hicieron lo que pudieron para continuar con sus estudios, con su trabajo, ayudando a su familia, los que se unieron de manera solidaria para ayudar en los comedores, para asistir a nuestros abuelos en sus hogares. Marcar esa diferencia

nos hace diferentes.

Hoy estamos aquí, en nuestro Concejo Deliberante. Un espacio que debería ser la caja de resonancia de la política local. Volvamos al debate. Debate de agenda, de actualidad, de necesidades de nuestros vecinos. Trabajemos para ellos que son a quienes representamos.

Pero el debate de agenda no se trata de evaluar si con la inversión que hacemos en el parque Belgrano podemos comprar dos bombas de extracción de agua. Eso no es un debate. Eso es una chicana. Vaya a saber cuántos médicos podríamos vacunar con lo que nos cuestan estos nueve ministerios nuevos que gastan millones para organizar eventos. No se trata sólo de extrapolar números. Se trata de establecer para qué son los impuestos de nuestros conciudadanos.

¿Qué ciudadano de Pergamino puede soportar que, con las retenciones, sólo de la zona Pergamino/Salto/Rojas nos perdemos 10 hospitales, 100 escuelas o 7mil cuadras de pavimento por año? ¿Qué ciudadano de Pergamino puede soportar que nos perdemos solo con un año de retenciones 3.600 kilómetros de caminos rurales por año?, ¿Qué ciudadano de Pergamino puede soportar que podríamos generar 3500 nuevos empleos con un año de impuesto a las exportaciones?

O lo que es mejor, para que entiendan nuestros vecinos, hablamos del equivalente a cuatro presupuestos municipales por año.

Pero de eso no se habla. Porque es un impuesto no coparticipable. Porque es cierto y justo que los que más tienen deben financiar a los que menos tienen. Pero lamentablemente, en Pergamino, hay cada vez más personas humildes que financian a los ricos y poderosos que administran estos fondos.

No es dinero que se les saca a los ricos de nuestra ciudad. Son recursos nuestros que no vuelven a la ciudad. Estas discusiones hay que darlas como pergaminenses.

Paradójicamente, desde que asumió el nuevo gobierno, no se ha considerado un solo metro de ramales pluviales en las proyecciones de la Provincia de Buenos Aires; como tampoco se ha activado la obra de la represa.

Con contrato firmado y financiamiento logrado por el gobierno anterior, no se avanzó en nada desde el punto de vista administrativo.

Este contraste es muy importante que los pergaminenses lo entendamos. Pareciera que para Pergamino la provincia se ha desentendido de la agenda de obras. Nos habíamos acostumbrado al avance de obras hidráulicas, las bombas a la vera del arroyo y los logros en términos de soluciones definitivas que desde la gran inundación de 1995 pasó a ser un objetivo que no debería tener siquiera color político.

Voy a ser más claro. La obra más importante de la historia de la ciudad que es la Presa de contención, tiene contrato firmado, tiene financiación internacional gestionada y lograda por la administración anterior; la cual se encuentra virtualmente detenida y no hemos tenido siquiera noticias de avance al respecto.

Creo que es un año que amerita este tipo de discusiones sin fanatizarnos con el partido político o con las ideologías. Tenemos la responsabilidad de ser eficientes con los recursos de nuestros vecinos. Tenemos la responsabilidad de hacer de nuestra ciudad un lugar maravilloso para vivir, para volver, para soñar, para quedarse.

Tenemos la obligación de representar a nuestros sectores y tenemos la obligación de hacerlo con transparencia y responsabilidad. Tenemos el desafío de sentar las bases de una ciudad que pueda pensarse y repensarse. Al 2030, al 2040 y al 2050. Siempre con el objetivo de entendernos, respetarnos y por sobre todas las cosas estar orgullosos de ser pergaminenses. Gente de trabajo, solidaria, pacífica y con una voluntad acérrima de relacionarnos con el mundo.

Ya lo he dicho en reiteradas oportunidades. Somos parte de un gran equipo conformado por 1350 pergaminenses. Y este año, probablemente el año más complejo de

nuestra gestión, quedó demostrada la calidad de seres humanos que tiene nuestro municipio. En lo personal me siento protegido y acompañado por todos y cada uno de

ustedes.

También agradezco especialmente a ustedes los concejales, que en este año distinto nos acompañaron especialmente con normativas que hicieron bien a nuestros vecinos.

Hoy, los invito a todos a sumarnos a esta premisa. Venimos de un año muy duro y seguramente el 2021 no será de los mejores, pero estoy seguro que en Pergamino vamos por el camino correcto. Porque somos un gran equipo, porque supimos estar juntos y transitar esta pandemia mirando al otro, entendiendo las necesidades del otro e intentando salir adelante sin afectar al otro.

Porque el otro, somos nosotros mismos, el otro son nuestros padres, nuestros hijos, nuestros abuelos, nuestros médicos y enfermeros, nuestros policías, nuestros recolectores de residuos, nuestras asistentes sociales, nuestros docentes y cada pergaminense que me cruza por la calle y me dice que sigamos con fuerza, que todos juntos vamos a poder sacar este país adelante.

Muchas gracias.


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