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Si bien la zona donde se generó el trágico incendio en 2017 será preservada de acuerdo al proyecto comunal, el resto de las instalaciones por ahora no podrán tocarse dada la investigación que sigue en marcha.
Las remodelaciones que estaban planificadas para llevarse a cabo en el edificio de calle Dorrego, donde funcionó durante años la Comisaría Primera, tuvieron que detenerse por pedido de la Justicia teniendo en cuenta que la zona donde se registró el incendio que acabó con la vida de siete personas no podrá intervenir, “los trabajos en dependencias anexas se están desarrollando de acuerdo a las estipulaciones previstas, pero solicitaron oficialmente que no se toque absolutamente nada en la planta baja porque hay en curso apelaciones debido al siniestro que causó la muerte de siete reclusos”, explicaron este martes a LA OPINION desde el Municipio.
La gestión local de terminar con el pago de alquileres para dependencias municipales tuvo un avance significativo al punto que solamente quedan dos inmuebles pagos por el Gobierno comunal para sus áreas de trabajo, aunque ahora habría que extender estos contratos porque la Secretaría de Hacienda, que se iba a mudar a calle Dorrego, tendría que seguir alquilando hasta que se puedan hacer las modificaciones necesarias en las antiguas dependencias policiales.
No obstante cabe señalar que desde la Municipalidad nunca estuvo en duda conservar como un espacio para la memoria el lugar donde el 2 de marzo de 2017 perdieron la vida siete personas en el marco de un siniestro que sigue investigándose.
