Pergamino

Los gimnasios, entre la incertidumbre por la reapertura y la preocupación de sus dueños para sostenerlos en pie


 Algunos gimnasios de la ciudad corren el riesgo de cerrar sus instalaciones (LA OPINION)

'' Algunos gimnasios de la ciudad corren el riesgo de cerrar sus instalaciones. (LA OPINION)

En Pergamino los centros de entrenamiento y salud acumulan más de 70 días cerrados. Los referentes de estos espacios se reunieron con el intendente y le expresaron la necesidad de volver a trabajar con un estricto protocolo que fue elaborado junto al subsecretario de Deportes del Municipio Andrés Buey. No avizoran soluciones inmediatas.


Un grupo de alrededor de 30 propietarios de gimnasios de Pergamino se reunió el viernes con el intendente Javier Martínez para expresarle su preocupación ante la prohibición de reapertura de este tipo de espacios de entrenamiento y salud. También se le presentó al jefe comunal un estricto protocolo que fue elaborado junto al secretario de Deportes, Andrés Buey, para volver a trabajar, aunque no avizoran soluciones inmediatas y algunos consideran que si esta situación se extiende, deberán cerrar de forma definitiva sus instalaciones, lo que podría provocar la pérdida de más de 250 puestos de trabajos relacionados a esta tarea.

Referentes de los centros de entrenamientos y fitness crearon y se nuclearon días atrás un grupo de WhatsApp denominado Gimnasios de Pergamino, para que cada propietario exprese su situación ante la imposibilidad de ejercer sus actividades, siendo que además se podrían perder unos 250 puestos de trabajo de personas ligadas al rubro en el caso de prolongarse la prohibición. Cuatro dueños de este tipo de establecimiento dialogaron con LA OPINION y brindaron más precisiones sobre la delicada realidad por la que atraviesa el sector.

Mirá también: El protocolo elaborado para la reapertura de los gimnasios

Adrián Alvarez Otero

El propietario del gimnasio Sporter, Adrián Alvarez Otero, contó: “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que están representados la mayoría de los gimnasios e incluso referentes de otras actividades como patín y yoga. Somos muchos, algunos están más enojados que otros por esta situación, pero nos apoyamos entre todos porque estamos en la misma y dura realidad”.

Por lo pronto, se desconoce una hipotética fecha de habilitación del rubro y eso genera aún más la incertidumbre en los responsables de este servicio. “Estamos así hace tres meses y lo único que sabemos es que necesitamos trabajar y que tenemos una gran demanda de los alumnos porque el gimnasio los ayuda física y mentalmente”, explicó Alvarez Otero. En la misma línea el dueño de Sporter agregó: La gente necesita hacer actividad porque es mucho tiempo de encierro y esta cuarentena se está haciendo eterna, la gente está angustiada y además comienza con los dolores de cuello, cintura, hombros y demás”.

En este sentido, Alvarez Otero comentó que junto con el subsecretario de Deportes Andrés Buey confeccionaron un protocolo sanitario para poder trabajar. “Tenemos ideadas y presentadas una serie de medidas. Vamos a asegurar de que cada persona respete la distancia dentro del gimnasio, que cada una use sus elementos de entrenamientos y las clases no superarían los 45 minutos, para tener 15 para higienizar todas las herramientas utilizadas a la espera del próximo turno, entre otros aspectos”, indicó.

Asimismo señaló: “Lo que nosotros pedimos es que mientras que no haya circulación viral en Pergamino, nos dejen trabajar como cualquier otro comercio. Como personas adultas que somos vamos a garantizar un protocolo de salud mucho más estricto que otras actividades. Además comenzaríamos a trabajar con ejercicios que no serían intensos. Arrancaríamos con actividades localizadas, en las que la exhalación del alumno no es tan fuerte, entonces no habría riesgos de contagiar cualquier virus”.

Alvarez Otero expuso su enojo con las autoridades provinciales por este delicado momento de los gimnasios y agradeció la atención que mostró para con ellos el Municipio. “En Pergamino no hay circulación del virus, entonces no entiendo por qué la Provincia no nos deja trabajar, parece un capricho. Eso es algo que nosotros no nos explicamos. Por otro lado queremos agradecerle el espacio que nos dio el intendente y Andrés Buey, que entendieron nuestra situación desde un principio”.

Franco Lasagna

El propietario del gimnasio Oxígeno, Franco Lasagna, un establecimiento que el viernes cumplió 21 años desde que abrió sus puertas, también le hizo conocer al Diario la situación por la que atraviesa la institución. “Hace 70 días que estamos cerrados y por supuesto que muy preocupados. Presentamos un protocolo a través del secretario de Deportes, Andrés Buey, que se mostró muy interesado y le dio forma”, comenzó diciendo.

También expresó: “Lo que noto en base a los clientes que tengo, es que la gente necesita volver a la actividad física. Incluso he leído en las encuestas que hay un porcentaje muy alto de la población que considera que si abrirían los gimnasios, asistiría”.

El exfísicoculturista señaló: “Acá el problema es que nosotros (su señora Norma Caruso y él por Oxigeno) la única entrada de dinero que tenemos es la del gimnasio. Hace 70 días que no podemos trabajar y lo único que estamos haciendo es alquilar algunas bicicletas fijas, barras y mancuernas. Eso sólo nos alcanza para ir al supermercado y de casualidad, pero la verdad es que estamos acumulando deudas de luz, gas, teléfono, servicios e impuestos por una cuestión lógica, que el poco dinero que entra lo debemos utilizar para nuestras necesidades básicas”.

En Lasagna como en todos, reina la incertidumbre por la habilitación de esta actividad. “La verdad es que estamos muy angustiados, porque son muchos años de trabajo y tenemos dinero invertido en este capital que lo tenemos parado. Desde la provincia hay una negativa terrible sobre la apertura de los gimnasios. No entendemos por qué la negativa a reabrir si hay un montón de rubros que están trabajando con estrictos protocolos”, advirtió.

Este grupo de referentes de gimnasios entiende que la medida de las autoridades provinciales de prohibir la actividad es inconstitucional. “Acá existe una falta a la libertad de poder trabajar, pero no solo eso: tampoco hay soluciones a la vista. Nosotros no somos una institución recreativa, somos un centro de salud, la gente necesita al gimnasio por una cuestión física y psicológica. En el gimnasio la gente previene problemas de colesterol, obesidad, diabetes, depresión, estrés y de presión arterial, entre otros. Pareciera que el virus hubiese salido desde adentro de un gimnasio que no nos dejan trabajar”, expresó Lasagna.

Asimismo agregó: “Necesitamos trabajar, no digo con normalidad, pero al menos de poder contar con algún ingreso. La gente también está preocupada, siente la necesidad de asistir a los gimnasios. En la calle me preguntan qué novedades tengo, si sé cuándo va a reabrir el gimnasio. Después habrá gente que tendrá miedo de venir, pero entendemos que habrá un sector muy grande que quiere volver a entrenar”.

Una gran inquietud moviliza al sector y las respuestas parecen no aproximarse. “Si nosotros elevemos el protocolo y no nos dejan abrir sabiendo que en Pergamino no hay circulación de virus, qué va a pasar cuando se empiecen a dar los casos positivos. No podemos parar los gimnasios hasta que empiece la primavera, van a tener que hacer algo”, manifestó el propietario de Oxígeno.

Juan Pablo Videla

Es el dueño de otro de los grandes gimnasios que tiene la ciudad: Meta Deportiva. Juan Pablo Videla le contó a LA OPINION: “Llevamos casi 10 años trabajando y si bien la época del año incide mucho la cantidad de gente que asiste al gimnasio, hemos tenido picos de casi 600 personas, aunque promediamos las 400 personas mensualmente durante el año”.

La situación financiera de Meta Deportiva no escapa a la realidad de los otros establecimientos: “Hoy estamos percibiendo un 15 por ciento del dinero de esa gente que asiste al gimnasio. Hay gente que colabora o porque hemos alquilado herramientas para que trabajen en sus casas, pero la situación es alarmante”.

Asimismo, el preparador físico que tuvo el plantel campeón de Douglas Haig en 2012 del Torneo Federal A señaló: “Estamos pidiendo abrir porque hace mucho tiempo que estamos cerrados sin poder generar nada. Sabemos que está lejos la posibilidad de abrir, pero no entendemos cómo otros rubros que están abiertos y nosotros no. Además estamos solicitando un acompañamiento en el pago de los servicios”.

Juan Pablo Giurlani

GymCenter es uno de los gimnasios que funciona en el barrio Centenario. Su dueño es Juan Pablo Giurlani, que también tiene como único ingreso el dinero que genera con su espacio de entrenamiento. “Yo entiendo a la pandemia, pero hace tres meses que estamos cerrados los gimnasios y no podemos seguir así. En mi caso trabajo con entre 130 y 140 personas por mes y todos me dicen que quieren volver al gimnasio”, comentó

Giurlani también expresó su angustia por el factor económico: “En mi caso no tengo que alquilar, pero hay mucho chicos que sí y todos nos encontramos sin la posibilidad de genera ingresos. La verdad es que vamos a necesitar de una ayuda económica para seguir funcionando”.

Un pedido de alivio

En otro orden de las inquietudes que les presentó al Municipio el grupo Gimnasios de Pergamino, se solicitó una ayuda económica para palear los gastos. Sobre este aspecto, Alvarez Otero le expresó al Diario: “Se habló de una financiación a tasa cero para pagar los servicios y los impuestos municipales cuando retomemos las actividades. El Municipio nos aseguró que va a tramitar esa preocupación. Por otro lado no nosotros no tenemos ningún tipo de subvención porque todo el dinero está destinado al sector de salud”.

El propietario de Sporter además aportó un dato lamentable, que espera que no se ajuste a la realidad local. “Conocemos que hay 2.000 gimnasios cerrados en el país y que van a ser muchos más después de esta pandemia. Nosotros no queremos que pase lo mismo en Pergamino, para nosotros esta es nuestra fuente de trabajo y vivimos del gimnasio. Nos vemos en una situación difícil, estamos muy necesitados de volver a abrir nuestros gimnasios y no vemos soluciones prontas”.

Incluso advirtió que el cierre de estos espacios pueden traer consecuencias. “La mayoría de los gimnasios trabajamos con profesores de educación física, con personal trainers, con instructores de musculación y otros profesionales. Son muchos los puestos de trabajo que se estarían perdiendo y que dependen de nosotros. Consideramos que unos 250 puestos de trabajo se podrían perder en este rubro y no queremos eso”.


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