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Médico de familia: a pesar de ser estratégico, cada vez se opta menos por la especialidad


 Matías Vidone y María Eugenia Chale dos médicos de familia que explicaron los alcances de la especialidad (LA OPINION)

'' Matías Vidone y María Eugenia Chale, dos médicos de familia que explicaron los alcances de la especialidad. (LA OPINION)

Los aspirantes a realizar la residencia son menos que los cupos ofrecidos. Es una tendencia que se sostiene. Quienes se forman en esta disciplina aseguran que es una medicina ligada a lo social y la eligen, aun en detrimento de otras variables como la económica.


La medicina familiar es una especialidad dentro del ámbito clínico ambulatorio que se ocupa de la atención integral del paciente y su familia. Por tratarse de una disciplina integradora, su campo de acción no se limita a un espacio sino que tiene campo de inserción en la globalidad del sistema sanitario. Cada año, a través del Sistema Provincial de Residencias Hospitalarias se habilitan cupos para la formación de médicos en esta especialidad. Sin embargo, en los últimos tiempos muchos de estos cupos quedan vacantes por cuanto los jóvenes profesionales no la eligen u optan por otras disciplinas que les aseguran un futuro más prometedor desde el punto de vista económico en el ejercicio de la profesión. Esto va en detrimento de un campo esencial del sistema sanitario por cuanto se pierde la posibilidad de contar con recursos humanos capacitados y dotados de complejas herramientas y conocimientos para intervenir en el terreno de la medicina social y comunitaria.

Para indagar en esta coyuntura y conocer cuál es la realidad que viven algunos de los profesionales formados en medicina general o familiar, LA OPINION entrevistó a dos jóvenes profesionales: María Eugenia Chale, médica generalista que trabaja en el Sistema de Atención Primaria de la Salud; y Hugo Matías Vidone, médico generalista que se desempeña como jefe de Residentes del Hospital San José y trabaja en el Sistema de Atención Médica de Emergencias (Same).

-¿Cómo eligieron la especialidad?

-María Eugenia Chale: Siempre me gustó el trabajo comunitario. Cuando cursé la materia en la facultad terminé de definir que quería hacer esta especialidad que te forma integralmente en conceptos de clínica, ginecología y pediatría.

-Matías Vidone: A mí me tocó estar un tiempo en un pueblo de Córdoba trabajando en un lugar donde no había médico rural. Y a partir de esa experiencia decidí hacer la especialidad en medicina general porque sentí que me iba a aportar una visión integral del paciente.

-¿Es una medicina más orientada a lo social?

-María Eugenia Chale: La especialidad te forma para el abordaje de las patologías prevalentes y todas aquellas que se pueden abarcar en un primer nivel de atención.

-Matías Vidone: Sin dudas es una medicina más integrada a lo social. Dentro de nuestra formación no solo vemos pacientes sino que trabajamos con un componente social y nos introducimos en lo que es la estrategia dentro de un centro de salud o el manejo de la prevención en una población pequeña. Nuestra base siempre es prevenir la enfermedad y cuando se detecta una patología que requiere de otra complejidad de abordaje, se deriva a un segundo nivel de atención.

-¿Esta medicina supone una relación médico-paciente diferente?

-María Eugenia Chale: Si bien depende de cada médico y cada paciente, la medicina familiar te permite intervenir en barrios y contextos y esto posibilita conocer más acabadamente cómo una persona vive. A mí me ha tocado muchas veces ir a la casa de un paciente y conocer su historia de vida. Siempre recuerdo el caso de una mamá de 38 años que iba a la salita con un problema y aunque yo la estimulaba a que buscara formas de salir de las dificultades que tenía, generando algún tipo de actividad que le permitiera, por ejemplo, resolver desde su casa su problema de la falta de trabajo. Ante mis sugerencias su respuesta era siempre la misma: me decía que el lugar en el que vivía no estaba en condiciones para eso. Cuando un día por un problema de salud de uno de sus hijos me tocó ir, me di cuenta realmente lo que ella me decía. Su casa eran cuatro chapas sin baño y sin agua.

La formación

En relación a lo que les aportó la formación que hicieron en el marco de una residencia hospitalaria para el ejercicio profesional en la especialidad que desarrollan, ambos sostuvieron que les aportó mucho porque les permitió tener un conocimiento acabado del sistema de salud y adquirir pautas de alarma para manejar distintas situaciones.

“Soy un generalista más hospitalario”, aclara Matías Vidone, y explica: “Antes de hacer la residencia tenía un manejo del paciente muy distinto al de hoy luego de haber rotado en mi formación por los distintos servicios del Hospital. Uno toma herramientas que luego puede emplearlas en la atención del paciente y en mi caso también en el servicio de emergencias”.

-¿A qué factores atribuyen que cada vez menos profesionales deseen formarse en esta especialidad?

-Matías Vidone: Creo que responde a varios factores. Es un problema que sufren distintas especialidades, no solo la medicina general. Muchos años no hay ingresos. El costo monetario influye porque la residencia supone varios años de formación durante los cuales, a pesar de que se percibe una beca, siempre es menor a lo que se puede ganar cubriendo guardias. Eso no es atractivo para los nuevos médicos que quieren terminar la facultad e instalarse a trabajar en sus consultorios. Esto va en detrimento de la formación. También es cierto que se ofrecen cursos que otorgan la especialidad sin la carga de responsabilidad que supone la residencia.

 

El campo laboral y la posibilidad de inserción

Con respecto al campo laboral y la posibilidad de inserción para quienes acceden a la especialidad luego de haber pasado por una residencia hospitalaria, a contracorriente de lo que se supone, los profesionales refieren ciertas dificultades para la inserción profesional.

“Muchas veces quedamos relegados porque durante cuatro años uno está haciendo la especialidad y muchos de los cupos que se abren para trabajar no esperan al profesional que se está formando y esos lugares se ocupan”, señaló Matías Vidone, al tiempo que refirió que en algunos lugares se les da trabajo a colegas que no tienen la especialidad, lo que genera que aquellos que se formaron deban “ir por detrás” tratando de ver qué pueden conseguir.

En este punto, las entidades que nuclean a los profesionales y el propio sistema de salud tendrían que velar porque esto no suceda y estimular a que se incorpore a los profesionales que realizaron su formación y obtuvieron la especialidad dentro de un sistema que es riguroso desde el punto de vista académico y de la práctica.

-¿Cuál es el campo de inserción laboral de un médico generalista?

-María Eugenia Chale: Los centros de atención primaria, clínicas, hospitales o consultorios privados. El tema es que muchas veces no se valora a aquel que se formó en una residencia y se iguala con el que no lo hizo. Hay algunas ciudades, por ejemplo en Tandil, donde al egreso de la residencia, el profesional tiene el paso automático a planta en el lugar en el que se formó. De este modo ese recurso humano queda inserto en el sistema. Acá esto en forma automática no sucede. Con el Programa “Quiero ser Residente” se han otorgado algunos cargos en el ámbito hospitalario que son cubiertos por egresados de las residencias, pero en todos lados esto no sucede.

-Esto va a contracorriente de lo que se supondría debería pasar teniendo en cuenta que es una especialidad tan requerida por el sistema sanitario y muy poco elegida.

-María Eugenia Chale: Exactamente. Pero es porque no se exige tener la especialidad y porque no siempre se jerarquiza al que realiza la residencia.

- Matías Vidone: Además, los cargos de médicos de familia que se generan deberían ser en consultorios externos, para poder llegar antes de que los problemas de salud aparezcan y trabajar más fuertemente en lo preventivo que es para lo que nuestra especialidad nos formó. Los generalistas nos formamos en una visión sanitarista que muchas veces queda desaprovechada dentro del mismo sistema de salud.

-En lo personal, ¿cómo imaginan el horizonte laboral de ustedes?

-María Eugenia Chale: Personalmente estoy en el lugar que quiero estar. Siempre soñé con trabajar en atención primaria y tengo la posibilidad de hacerlo. Ingresé un mes antes de terminar la residencia y estoy en varias salas de salud de la ciudad y de las localidades de campaña.

-Matías Vidone: Mi futuro laboral va cambiando día a día. Recibí un ofrecimiento para trabajar en Juncal y también en una localidad cerca de Lincoln, pero si en el Hospital (San José) se da la posibilidad de tener el cargo, me quedaré en el lugar en el que me formé. Y si además puedo trabajar en el Sistema de Emergencias Médicas, me imagino mi futuro en Pergamino. Donde nos vaya las ganas de trabajar van a estar.

-Cuando se elige esta especialidad hay un compromiso con lo social, ¿esto va en detrimento de ganar más dinero?

Matías Vidone: En lo económico sí. Pero uno lo ve de otra manera. Lo social tiene mucho peso. Me pasó hace poco con el Same ir a ver a una chica por una ingesta medicamentos a un lugar en el barrio Kennedy. Tenía 13 años, llevaba cuatro días sin ingerir alimentos, su papá era alcohólico y adicto. Después de verla, volví a la base del Same, me comuniqué con la asistente social y también con el servicio social del Hospital. Finalmente lograron apartar a la chica de ese entorno. Detectaron que hacía un año que no iba al colegio. Frente a situaciones como esa, lo que urge es atender al paciente. La especialidad de algún modo te da esta visión, que quizás no es la misma en otras disciplinas. Ante la dimensión de lo que hay que resolver lo económico queda en un segundo plano.


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