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El pequeño de siete meses que padecía una plagiocefalia transcurre sus días junto a su familia en Pergamino. La semana próxima le quietarán los puntos y luego, de acuerdo a lo dicho por su mamá Estefanía, debe hacer “vida normal”. El agradecimiento a todos los que se hicieron eco de la causa.
Milo, que fuera operados el 2 de este mes, fue dado de alta el miércoles pasado y en su casa evoluciona favorablemente. Solo resta que la semana próxima le quiten los puntos en el sanatorio donde fue operado, el Fleni de Belgrano.
En contacto con su mamá Estefanía, LA OPINION pudo saber que “Milo continúa evolucionando. Al no tener más fiebre y gracias a que los cultivos dieron negativo nos dejaron volver a casa. El fin de semana pudimos sacarle la venda y dejar su cicatriz al aire para que se cure pronto”. Además señaló que “entre lunes y martes de la semana próxima viajamos para que le saquen los puntos y después vida normal ya que la placa que le colocaron se reabsorberá”.
Lo que sucedió
El pequeño de siete meses que padecía una plagiocefalia fue operado días pasados en el Fleni de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Explicando el problema de salud, Estefanía aclaró que “Milo tenía un hundimiento de cráneo en el lado derecho de su cara a la altura de la frente, lo que hicieron con la operación fue emparejar el lado derecho con el izquierdo, salvar el ojo derecho (ya que corría riesgo su visión). Una realizada la operación el cerebro ahora puede seguir creciendo”
“Gracias a todos”
En sus redes, Estefanía publicó un sentido comunicado en el que contaba: “Milo y mamá volvimos a casa, después de seis largos días, en los que viví un trajín de emociones, seis días que sufrí mucho por tener que hacer pasar a mi hijo por un quirófano y luego por cada peripecia que le tocó transitar. Sé que siempre hay cosas peores que pueden pasar y soy una agradecida a Dios por poder decir que mi hijo esté curado, pero para mí, esto fue lo peor que me pasó. Cada vez que sentía llorar a Milo o cada vez que las enfermeras me pedían que saliera de la habitación para poner una vía o cuando el anestesista (que fue un amor de persona conmigo) me dijo, te lo vamos a cuidar mamá, no te preocupes, cada vez que pasaba por una situación así, sentía que se estrujaba más y más mi corazón por sentirme con las manos atadas y saber que lo único que tenía que hacer era rezar y pedir por mi bebé”.
Y luego llegó la hora de los agradecimientos: “Hoy puedo decir que estoy aliviada, porque Milo está bien y está conmigo y si bien sufrimos mucho también me sentí muy querida por todos los que de una u otra manera me acompañaron desde el momento cero. Por eso otra vez, digo Gracias a todos de corazón”.
Específicamente, en diálogo con el Diario Estefanía agradeció “a la gente que se hizo eco de esta causa, a los medios de comunicación que difundieron y a la Justicia que le dieron cabida al recurso de amparo y actuó con celeridad”.
