Pergamino

Procuración de órganos: la silenciosa tarea de las terapias intensivas


 La capacitación se realizó hace unos días en el Hospital San José (LA OPINION)

'' La capacitación se realizó hace unos días en el Hospital San José. (LA OPINION)

A menudo se habla de la donación, pero pocas veces la mirada se detiene en el proceso que se lleva adelante en las unidades de cuidados intensivos para que las ablaciones puedan concretarse. Hubo una capacitación en el Hospital San José con el titular del Cucaiba.


Ante un paciente con diagnóstico de muerte encefálica se abre la posibilidad de que sus órganos puedan ser donados para salvar otras vidas. En esa instancia y hasta que el proceso de ablación se realiza es crucial la tarea que desempeñan las unidades de Terapia Intensiva de los hospitales o clínicas donde ese paciente se encuentra. A menudo se habla de donación de órganos, pero pocas veces la mirada se detiene en la tarea silenciosa que se realiza puertas adentro de los espacios de cuidados intensivos y que tienen el propósito de mantener clínicamente a esa persona con muerte cerebral hasta que la ablación de sus órganos puede concretarse.

Para abundar en estas cuestiones, hace unos días, el doctor Hugo Petrone, presidente del Centro Unico Coordinador de Ablación e Implante de la Provincia de Buenos Aires (Cucaiba) estuvo en Pergamino para brindar una capacitación en el Hospital San José. En ese marco, LA OPINION lo entrevistó para desagregar conceptos que resultan cruciales al momento de fortalecer las estrategias de procuración y facilitar de este modo que más vidas puedan salvarse a través de la donación de órganos y tejidos.

En su testimonio, valoró los avances a partir de la implementación de la Ley Justina, mencionó que la Provincia de Buenos Aires ya inició su proceso para adherir a la normativa nacional y destacó la importancia que tiene poder contar con más unidades de procuración en los hospitales con personal debidamente entrenado.

“En el Hospital San José tenemos como coordinadora a la doctora María Marino, que realiza una tarea valiosa. Con ella trabajamos en la organización de esta jornada de capacitación en todo lo que se refiere a la procuración de órganos. Fue una jornada muy importante de la que participaron profesionales de la Unidad de Terapia Intensiva y de otros servicios hospitalarios, además de residentes. Se habló de cuáles son los pasos para la procuración de los órganos y como se mantiene un potencial donante”, refirió.

Con respecto a la donación de órganos y el actual marco legal vigente, opinó que “la ley Justina fue muy importante porque permitió aumentar el número de donantes en un 70 por ciento”.

“Esto posibilitó muchos más operativos, muchas más donaciones y muchos más pacientes que pudieron ser trasplantados”, agregó y recordó que en el marco del nuevo paradigma que se gestó con la Ley Justina “todos somos donantes a menos que expresemos que no lo somos”.

- ¿El nuevo marco normativo impone una operatoria diferente a las unidades de terapia intensiva cuando aparece un potencial donante?

- No. Trabajamos de la misma manera en que lo veníamos haciendo en lo que atañe a la detección, el mantenimiento y los estudios de diagnóstico para confirmar la muerte encefálica que se le realizan a un paciente. En cuanto al abordaje familiar también se mantiene. El diagnóstico es un tema muy importante, esa información hay que dársela a la familia, contenerla y después hablar del procedimiento que conlleva la ablación de órganos. Eso en general lo hace personal especializado en abordaje familiar. Siempre igual nos fijamos en las bases de datos si esa persona en vida había manifestado su voluntad o su negativa respecto de la donación de órganos. Hay cuatro millones de personas que ya manifestaron su voluntad, un millón por la negativa y tres millones por la positiva. Si la persona manifestó en vida la negativa, obviamente que el operativo no se lleva a cabo. Una de las primeras cosas que hacemos es entrar en la base de datos del registro nacional y evaluamos la idea que esa persona tenía respecto de la donación y en función de ello. Si no hay expresión de voluntad es donante.

- ¿Si la familia opusiera algún tipo de negativa, cómo se procede?

- Siempre tratamos de hablar el tema. Nos interesa la persona que falleció. Siempre les explicamos los alcances de la ley, el abordaje familiar a veces lleva horas. En general advertimos una enorme cooperación de las familias. Nuestro pueblo es muy solidario en este sentido. Si se da una negativa por parte de la familia, reevaluamos la situación

- ¿El abordaje familiar lo hacen los equipos hospitalarios?

Lo hace gente capacitada. Pueden ser equipos del Cucaiba, los coordinadores hospitalarios. No es necesario que sean psicólogos, pero sí es fundamental que el personal de salud esté entrenado para este tipo de abordaje que es complejo y que ocurre en una situación de dolor porque generalmente la muerte cerebral se da en situaciones repentinas y traumáticas que sacuden fuertemente a las familias.

- ¿En la política provincial está establecido que todos los hospitales tengan coordinadores en materia de donación de órganos?

- No. No todos. Hay 30 hospitales. Los hemos ido eligiendo primero por las características de los hospitales y luego por cuestiones estratégicas de localización. Pergamino en el norte de la provincia de Buenos Aires es una ciudad muy importante. Por eso acá hay un coordinador.

- ¿Cuándo los operativos de ablación de órganos se dan en centros privados, estas acciones se articulan con los coordinadores hospitalarios de cada ciudad?

- Los operativos pueden darse tanto en centros de salud públicos como privados. Cucaiba tiene una guardia operativa que se traslada a los distintos lugares, por vía terrestre o aérea, según el área. Igualmente sucede que en las ciudades donde hay coordinadores, muchas veces son convocados para evaluar la situación de ese paciente que está internado en un centro privado. Pero eso depende de cada situación y de cada lugar. Aquí en Pergamino ha ocurrido que a la doctora Marino la han llamado para que pudiera realizar una primera evaluación que determinara que pudiera dispararse o no el dispositivo en el que interviene el Cucaiba.

Hugo Petrone, en el anfiteratro del Hospital San José brindó una capacitación sobre procuración de órganos. (LA OPINION)

Una tarea vital

Consultado sobre la tarea que se realiza en las unidades de cuidados intensivos cada vez que aparece un potencial donante, el titular del Cucaiba resaltó que es una labor vital que apunta al mantenimiento de ese paciente para que pueda concretarse el procedimiento de ablación y a la contención de la familia.

- ¿Cuál es el trabajo del profesional intensivista?

- Primero la detección de un potencial donante. A ese paciente hay que mantenerlo con ciertos parámetros clínicos como la presión arterial, descartar infecciones y otras situaciones que en una eventual donación puedan transmitirse al receptor. Luego, establecer el contacto con el Cucaiba y brindar el apoyo para facilitar el trabajo del equipo. A su vez contener a la familia de ese paciente y acompañar el proceso que demanda horas.

- ¿La ablación de los órganos la hace el personal del Cucaiba?

- Si, la ablación de riñones. Para otros órganos viene a ablacionar el equipo que va a implantar. En una ablación multiorgánica puede pasar que haya veinte personas adentro del quirófano, cada profesional viene con su instrumentador, un anestesista, un técnico. Es un proceso complejo y sumamente coordinado.

Cuando surge el donante y se cumplen todos los protocolos de confirmación del diagnóstico, se piden las listas de espera y se establece con cada equipo la coordinación del procedimiento. El que acepta se traslada. Se pone una hora de quirófano, ya que tienen que estar todos los equipos presentes para empezar la ablación que se realiza de manera coordinada y siguiendo una técnica quirúrgica particular.

Cuando hay una muerte traumática, a esta situación se suma la convocatoria al juez, la policía y el médico forense que tienen que autorizar la ablación porque con este procedimiento se pueden alterar pruebas. Siempre se pone al juez en conocimiento y tiene cuatro horas para autorizar la ablación.

Grandes avances

El presidente del Cucaiba destacó que el país es muy solidario en materia de donación de órganos y destacó que se ha avanzado mucho en la conciencia colectiva. “En ese sentido estamos muy bien, la ley fue muy bien manejada con mucho respeto y sin sensacionalismo. Terminó generando una ley que fue votada por unanimidad y nosotros iniciamos ahora el trámite legislativo de la ley de trasplante de la Provincia”.

Al respecto, insistió en que la ley es muy importante porque “estimula la creación de unidades de procuración en los hospitales” y consideró que esto es central porque permitirá que haya lugares preparados para denunciar los potenciales donantes y para concretar todos los procedimientos que supone la procuración de órganos. “La parte sanitaria tiene mucha responsabilidad para aumentar los donantes. Toda nuestra actividad cobra sentido en que se puedan trasplantar los pacientes Trabajamos para quienes están en lista de espera. Nuestra misión es aumentar los trasplantes”.

-¿Han caído prejuicios que había en torno a la donación de órganos?

-Si. Es muy transparente nuestro sistema, las listas de espera nunca se violan, nunca le toca a un paciente por su poder adquisitivo o su nivel de influencia. No hay tráfico de órganos en Argentina y nuestro país es un ejemplo en eso.


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