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Vecinos de distintos barrios vienen pidiéndole al Gobierno local por la reubicación de estos emprendimientos cuya producción emana olores y condensaciones que los afectan. Son fábricas que funcionan en las mismas locaciones desde hace décadas, pero la ciudad se ha expandido, haciendo que estos emprendimientos queden en ámbitos urbanos.
En la comisión de Salud, Deporte y Medio Ambiente del Concejo Deliberante, entre varios expedientes se trató una nota de vecinos del barrio San José acerca de la existencia y los inconvenientes que generaban la presencia de un micro basural y de una fábrica de ladrillos dentro del mismo. En primera instancia, los concejales pertenecientes a la comisión citaron al director Municipal de Habilitaciones, Claudio Tortonese, habida cuenta que el planteo de los vecinos refiere a la ubicación de un horno de ladrillos, inmediata a sus domicilios. Obviamente que para la fabricación de estos materiales de construcción se emanan gases y dependiendo el estado del viento, u otros factores climáticos, puede dispersarse fácilmente sobre las viviendas. Más allá de las denuncias en el 147 local, los habitantes de la zona decidieron también plantear esta problemática en el cuerpo deliberativo para intentar llegar a una solución definitiva.
Uno de los integrantes de esta comisión es el concejal Alvaro Reynoso quien reconoció que la situación se suscita porque en los últimos años la ciudad creció y que zonas que hasta hace 20 ó 10 años estaban despobladas, hoy cuentan con barrios y muchos vecinos que habitan en ellos. “Esta realidad hace que surjan nuevas necesidades o problemáticas que el Gobierno debe atender teniendo en cuenta que los códigos de zonificaciones fueron variando en los últimos años y algunos de los hornos de ladrillos quedaron insertos dentro del radio urbano y sin dudas genera un conflicto de intereses y por eso el Estado Municipal debe participar en la resolución del mismo”, señaló Reynoso.
Cómo sigue la gestión
Los concejales que constituyen esta comisión le plantearon algunas interrogantes al director de Habilitaciones y el funcionario se comprometió a averiguar para una próxima reunión. Concordaron en la necesidad de analizar la situación de las fábricas o industrias, no solo hornos de ladrillos, que posiblemente hayan quedado dentro del ejido urbano luego que este se extendiera considerablemente en los últimos años.
Asimismo se planteó la necesidad de diseñar políticas públicas en este sentido pero sin perjudicar aspectos como la producción, las fuentes laborales, el ambiente y la salud de los habitantes. Reynoso plateó que lo que sucedió en los últimos tiempos con las denuncias respecto de las aplicaciones de fitosanitarios “demuestra que los municipios deberán tomar decisiones y aplicar políticas públicas que involucren a un desarrollo sostenible. Es una nueva demanda de todas las sociedades y aquí el intendente Javier Martínez deberá intervenir en estos conflictos de forma activa porque ignorar los problemas no lleva a buen puerto”.
Los basurales clandestinos
Con respecto al tema de micro basurales o basurales a cielo abierto, los concejales agendaron una nueva reunión con el secretario de Servicios Públicos, Guillermo Illia, para también interiorizarse sobre qué acciones se están llevando a cabo con respecto a esta temática. Se nota una proliferación de estos lugares donde se acumula la basura, que si bien tiene que ver con la responsabilidad de los ciudadanos de no arrojarla allí, Reynoso cree que “el Municipio también debería aplicar algún tipo de política pública para su erradicación”. Esta problemática no se aboca solamente al barrio San José sino que en varios puntos de la ciudad se pueden identificar lugares descampados que se van llenando de basura por impericia de la gente que los toma como basural sin respetar las normativas vigentes en materia de saneamiento urbano.
