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Cada 11 de septiembre se destaca la labor de los trabajadores de la educación. El acto oficial se realizará el viernes, a las 9:30, en la Escuela Primaria Nº 22, Avenida de Mayo 1165. Durante la ceremonia se tomará juramento a un grupo de docentes titulares.
Hoy en el territorio argentino, los maestros celebran su día en memoria de Domingo Faustino Sarmiento, apodado “el padre del aula”.
La efeméride, dedicada a los maestros, catedráticos y profesores del país, será celebrada el viernes, a las 9:30, en el SUM (Salón de Usos Múltiples) de la Escuela de Educación Primaria Nº 22, Avenida de Mayo 1165. Así lo dispuso la Municipalidad, a través de la Dirección de Protocolo y Ceremonial, y las autoridades de Educación de nuestra ciudad. El encuentro contará con la presencia del intendente municipal Javier Martínez y entre otras actividades durante la ceremonia se tomará juramento a un grupo de docentes titulares.
Cabe destacar que la celebración tendrá lugar el viernes teniendo en cuenta que hoy no habrá actividad y mañana y el jueves se llevará a cabo un paro de 48 horas en el marco de nuevas medidas de fuerza que anunciaron los sindicatos que conforman el Frente de Unidad Docente Bonaerense integrado por el Sadop, la FEB, el Suteba, la Udocba y la Amet.
Una noble profesión
Los maestros contagian la ilusión por el saber desde temprana edad. Ponen la semilla de la curiosidad a través de pedagogías que van más allá del aula como muestra el poder de las excursiones.
Los maestros deben ser referentes en una sociedad que actualmente no les da su sitio. El maestro es un referente de autoridad.
El Día del Maestro es una celebración colectiva ya que implica a todos de algún modo. Todos han sido alumnos. Todos guardan en la memoria el nombre de algún maestro que los ayudó a descubrir el camino profesional.
Maestros que son sinónimo de autoestima y de esperanza.
El conocimiento es la raíz de una sociedad mejor y más libre. Los niños no son el futuro, son el ahora.
Y los profesores, con su trabajo diario, consiguen despertar la ilusión por el saber, dan herramientas para adquirir hábitos de estudio, fomentan el amor por la lectura, proponen dinámicas para el trabajo en equipo y acompañan con su paciencia infinita.
Los verdaderos maestros creen de un modo incondicional en los alumnos. Son conscientes de que cada ser humano es único e irrepetible. Por tanto, fomentan la atención a la diversidad.
