Pergamino

Teatro San Martín, el proyecto inconcluso que sigue sin perspectivas de definiciones


 De acuerdo con las evaluaciones técnicas solamente el 15 por ciento del proyecto fue llevado a cabo en el interior (ARCHIVO LA OPINION)

'' De acuerdo con las evaluaciones técnicas, solamente el 15 por ciento del proyecto fue llevado a cabo en el interior. (ARCHIVO LA OPINION)

El lugar presenta una imagen de abandono y suciedad, causando malestar en vecinos y transeúntes. Las autoridades municipales anunciaron que la continuidad de los trabajos no está incluida en el presupuesto y que se espera por un apoyo financiero de Nación o Provincia. José Salauati, secretario municipal de Desarrollo Urbano, trazó un panorama del estado de situación del edificio.


Lo que en algún momento fue uno de los proyectos más ambiciosos de la anterior gestión municipal, muestra desde hace tiempo un marcado estado de abandono. Tras dos ejercicios de la actual gestión, el Teatro General San Martín no aparece en los presupuesto sigue siendo una verdadera incógnita su futuro.

Pasaron los años, se avanzó sobre nuevos emprendimientos y el San Martín quedó sumido en el olvido y la desidia.

“La gestión actual priorizó la construcción o remodelación de espacios culturales que, al igual que el Teatro San Martin, son de gran significación”, señaló el arquitecto José Salauati, secretario de Desarrollo Urbano. En el caso de la Biblioteca Menéndez se logró su terminación “porque era necesario contar con su funcionamiento y solo restaba ejecutar un pequeño porcentaje de obra. Había además un compromiso para su conclusión con el Centro Regional Universitario que aportó el 50 por ciento de la inversión”, dijo el funcionario. Por su parte, la nueva sede Escuela Municipal de Bellas Artes (en ejecución en los predios ferroviarios del Mitre) será un espacio pensado “para la optimización del funcionamiento y el crecimiento de la Escuela” posibilitando contar con un lugar de exposiciones de artes plásticas en un ámbito para el desarrollo de eventos y convenciones. Además de una cuestión de espacios, era imperioso su traslado para poder encuadrar el edificio en las normas de seguridad vigentes. ¿Podría haberse reconfigurado el proyecto del San Martín para adecuarlo al funcionamiento de Bellas Artes? Tal vez, pero se optó por darle un destino de preservación patrimoniales a los galpones ferroviarios. Apuntó Salauati que, al igual que con la Biblioteca, las obras de la Escuelas se llevan a cabo con financiamiento conjunto del Centro Regional Universitario”, destacó Salauati.

La continuidad del Teatro San Martin se enmarca en este contexto, en que se han priorizado otros edificios; además su ejecución implica una inversión de tal magnitud que, a decir del funcionario, “no puede ser absorbida exclusivamente por el presupuesto municipal y requiere contar con el aporte de otra fuente de financiamiento nacional o provincial”. A esa premisa se ha abocado Martínez, como paso previo el eventual reinicio de los trabajos. “Reconocemos la importancia de tener un teatro de estas características para la ciudad y la región y el intendente Javier Martínez realizó gestiones con ese fin, ya que oportunamente nos requirió documentación para ello esperando que en algún momento podamos contar con esos recursos”, explicó el secretario e indicó que “de momento en las actuales condiciones no está previsto un uso distinto al objeto del edificio”. Aunque, por sus dichos, tampoco está descartado.

- ¿Cuáles son las medidas que tomarán dado que hay reclamos de los vecinos por olores, falta de limpieza y proliferación de roedores?

- Existen básicamente tres temas a solucionar. Evitar que se produzcan ingresos de intrusos para lo cual ya se encuentra en gestión el cambio del cerramiento actual por otro con estructura metálica y chapa galvanizada para aumentar la seguridad.

A su vez queremos terminar con el perjuicio a los linderos para lo cual se realizarán las siguientes tareas: en el nuevo cierre se colocará en la línea municipal y se le aplicará un ploteo institucional para mejorar su estética, se limpiará el alero en su totalidad y se hará la desobstrucción de los desagües del mismo. También se mejorará la vereda para hacerla absolutamente transitable.

Otro tema es la higiene del interior para lo cual se realizará próximamente, a través del área de Saneamiento Ambiental, la desratización y fumigación de plagas, además de la limpieza del lugar. Es necesario también cerrar todo hueco existente en el perímetro del edificio para que no ingresen palomas.

- ¿En qué estado de avance se encuentra hoy el edificio?

- En relación al proyecto el edificio, tiene un avance de obra estimado en un 12 a 15 por ciento; se ejecutaron todas las tareas de demolición necesarias, la fundaciones de la estructura resistente, el subsuelo de servicio que cuenta con un tanque para el servicio contra incendio, la estructura de hormigón armado, la escalera de servicio, la losa sobre la planta baja, la estructura del piso de escenario, la mampostería de cierre de todo el sector posterior y de la torre escénica y la cubierta sobre la misma. El estado de las obras realizadas es bueno, no sufrieron deterioro.

- En síntesis y dado las descripciones realizadas ¿qué habría que hacer para poder habilitarlo?

- Desde el punto de vista técnico-constructivo para habilitar el edificio de acuerdo al proyecto original las obras a realizar son en términos generales el recambio de la cubierta de la sala y de todo el sistema de desagües pluviales, ejecución de toda la mampostería interior y las obras de albañilería (revoques, cielorrasos, colocación de aberturas, contrapisos, pisos, revestimientos), carpintería metálica, herrería, carpintería de madera, instalaciones de provisión de agua, cloacas, sistema de energía eléctrica, gas natural, colocación de sanitarios, grifería, acondicionamiento del aire, colocación de dos ascensores y un montacargas, montaje del piso de escenario y del foso de la orquesta (ambos con partes móviles), montaje de torres escénica, acondicionamiento acústico, colocación de pisos y revestimientos de la planta baja y de la sala, iluminación, equipamiento, mobiliario, butacas y cortinados.

Desde el punto de vista funcional es posible habilitar parcialmente y por etapas el edificio; en la planta baja están previstos un foyer, sanitarios, sectores de servicio y una sala funcional, por lo que su terminación permitiría utilizar esa sala para distintas puestas de géneros teatrales, conferencias y conciertos de música con una capacidad de entre 150 y 175 personas. Asimismo permitiría hacer exposiciones de artes plásticas e instalaciones culturales pero, para que sea posible, es necesario hacer obras que no sirven solamente a la planta baja y que se localizan en otras partes del edificio dado que su ejecución servirá en el futuro para facilitar la habilitación de otras partes.

Las acciones inmediatas que tomará el Municipio son el saneamiento del edificio, mejoras en el frente y vereda. (LA OPINION)

10 años después, la ciudad no es la misma: ¿debería modificarse el proyecto original?

Después de haberse llevado a cabo y estar en curso distintas obras en espacios culturales, Pergamino cuenta con lugares modernos, aunque todos de similares características en cuanto a su capacidad de ocupación y uso. Lo realizado en la Biblioteca y el Teatro Unión, puede decirse que vino a suplir la interrupción de los trabajos en el San Martín. Esto lleva a pensar si no habría que readecuar el proyecto original a la nueva realidad, muy distinta a la de 2007, cuando fue presentado el diseño arquitectónico ganador.

Una sala que duplique la cantidad de butacas, por ejemplo, permitiría la llegada a Pergamino de espectáculos cuyos costos no se solventan con una sala llena con 300 espectadores.

Ante este planteo sostiene Salauati que “no hay que analizar el valor de la construcción del Teatro San Martín solamente por el uso que puedan darle los vecinos de nuestra ciudad. La actividad cultural y artística que permitirá realizar esta sala puede atraer el interés de habitantes de localidades cercanas a nivel micro regional como sucede con otras actividades recreativas de Pergamino”, dijo el secretario de Desarrollo Urbano, arquitecto José Salauati.

“El tipo de obras o espectáculos que pueden producirse en un teatro moderno, equipado, confortable y con importante capacidad será seguramente un atractivo también para el sector privado además de la agenda que el Municipio disponga para su funcionamiento.

Es interesante destacar que el proyecto preserva la fachada del edifico que tiene valor patrimonial y que en el primer piso prevé el funcionamiento de un bar como una manera de recrear el café que originalmente existente en el Cine San Martín, algo todavía muy presente en la memoria de los pergaminenses”, destacó el funcionario local en la nota con LA OPINION.

No obstante se sostenga el proyecto original, la estructura del edificio permite disponer algunos cambios en el uso de ciertos sectores, fundamentalmente en la planta baja o en el primer piso, pero no en el caso de la sala principal dado que su estructura y concepción es específica para ese uso.

“Obviamente resulta posible efectuar cambios en su equipamiento tecnológico en función de las nuevas alternativas que surgieran oportunamente para funciones que se hagan en este espacio”, señaló Salauati.

-¿Qué tipo de mantenimiento se vino haciendo en el lugar y qué se proyecta para la preservación de las obras realizadas?

- El mantenimiento se limitó a efectuar tareas de limpieza, eventualmente a solucionar cuestiones originadas por la entrada de agua de lluvia y a recomponer el cerco de cierre que fue vandalizado en algunas oportunidades.

El tipo de obras realizada no requiere de un mantenimiento permanente. Obviamente que si fuese posible efectuar el cambio de la cubierta, los desagües pluviales y el cierre de la “cáscara” del edificio se podrían preservar mucho mejor las obras hechas, pero la higiene y el mantenimiento general del edificio tiene que efectuarse hasta realizar su terminación.

- ¿Las intervenciones que se hicieron están vigentes o habría que llevar adelante otras cosas para el día de mañana poder usarse sin problemas?

- Las obras realizadas están plenamente vigentes, no obstante siempre es posible optimizar sus características constructivas y tecnológicas evaluando la posibilidad de efectuar cambios de algunos de los usos previstos en el proyecto original.

La resolución funcional y las condiciones tecnológicas - acústicas previstas en el proyecto del Teatro San Martin son equiparables a la de los mejores teatros realizados últimamente en nuestro país. Su construcción permitiría completar la ya importante infraestructura cultural de nuestra ciudad que la posiciona como una de las más importantes en su tipo.

Según explicaron desde el Municipio, las obras están en buen estado. (LA OPINION)

De aquel plan para centro cultural modelo a un abandonado y vetusto edificio céntrico

Hoy reclamamos una urgente intervención del estado municipal para la limpieza y mejoramiento del exCine San Martín, y junto con ello ejercitamos un repaso por la sinuosa historia reciente, con una mirada crítica y llamando la atención de las nuevas autoridades sobre el estado actual del edificio ubicado en calle San Martín, entre Peatonal San Nicolás y 25 de Mayo.

Lo que pudo haber sido un paradigma de centro cultural en la región, se encuentra desde 2013 en un estado de abandono total, generando, además de olores repulsivos para el peatón ocasional, un nido de plagas urbanas para toda la manzana.

Seguramente para la nueva administración se trate de un “regalito” de la anterior, pero lo cierto es que desde hace más de cinco años tenemos en pleno centro de la ciudad un abandonado y vetusto edificio, generando una problemática de la que, a prima facie, no parece haber una solución ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo.

Aquella recuperación del viejo Cine San Martín en el año 2003 por parte del gobierno Municipal a cargo del doctor Héctor María Gutiérrez, había generado una fuerte ilusión ya que se trataba de la remodelación de una sala que, en su esplendor, fue ícono en la región, llegando a albergar unos 1.200 espectadores.

Pero el error -a la vista de todos en esos momentos, menos de los que generaron la iniciativa- fue planificar junto al Colegio de Arquitectos –entonces a cargo del arquitecto Darío Macagno- un nuevo espacio cultural y no una sala de teatro de amplia capacidad (que de hecho sigue faltando). Es decir, pensar en un proyecto faraónico y por ende muy costoso, en vez de buscar una salida más práctica y económica utilizando gran parte que el edificio que el otrora Cine San Martín brindaba.

Pero, ¿cómo llegamos a esta situación? Los archivos de LA OPINION recopilan que en el año 2004, dos técnicos de La Comedia, especialistas en remodelación de teatros, anunciaban a la prensa que “podría volver a funcionar con poca inversión”.

Sin embargo, no se concretaban las tareas de remodelación y años más tarde, en 2007, se iniciaba una nueva etapa de gestión por la remodelación de este espacio que era declarado Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico por el Concejo Deliberante. Y para darle forma, se llamaba a Concurso Nacional de Anteproyectos, cuyos ganadores, los profesionales Martín Chavanne y Yamil Kairuz, ambos de la Universidad Nacional de Buenos Aires, eran elegidos entre 28 trabajos de distintos puntos del país.

El proyecto y los ganadores eran presentados con pompas en diciembre de 2007 considerando al primer premio “incuestionable”, según palabras de Emilio Sessa, jurado representante de la Federación Argentina de Arquitectos, presente en el acto realizado en el Colegio de Arquitectos en Pergamino.

Después de iniciadas las obras, pasaba el tiempo y sin presupuesto para continuarlas, el Municipio cedía en comodato por seis meses las instalaciones del futuro teatro a una comunidad evangélica local para efectuar reuniones y ceremonias religiosas, con el compromiso de hacer una recuperación del lugar. Esta decisión despertaba el rechazo de referentes de la cultura local que alzaron su voz de disconformidad.

Recién en abril de 2010 la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos –a cargo del arquitecto José “Pepe” Salauati, actualmente Secretario de Desarrollo Urbano de Javier Martínez- presentaba oficialmente el inicio de la primera etapa del proyecto de construcción del nuevo espacio cultural.

Agotados los recursos económicos con los que contaba la Comuna, en abril de 2011 se analizaba la constitución de un fideicomiso con el fin de hacer frente a la importante inversión.

En diciembre de 2012 y después de los procesos licitatorios correspondientes y un préstamo otorgado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, se anunciaba la reiniciación de las obras con un presupuesto de 3.450.000 pesos.

Sin embargo, en 2013 y con casi menos del 20 por ciento del proyecto realizado, las obras se paralizaban hasta la actualidad.

Aunque el propósito de esta nota es otro, vale destacar que la administración de Gutiérrez adquirió el edificio del exCine San Martín salvando del remate a la histórica sala (operación realizada por el entonces intendente interino Omar Pacini), compró y recuperó el exCine Teatro Unión Ferroviaria, puso en valor el Museo y Archivo Histórico y construyó el Centro Cultural de la Biblioteca Menéndez.

No obstante, el estancamiento de la construcción del futuro Teatro San Martín vuelve a reavivar los cuestionamientos que en su momento le cayeron al proyecto original, al que muchos definieron como “faraónico”, por lo costoso y por lo poco viable.

El origen del San Martín

La sala del Cine San Martín fue una iniciativa empresarial de Juan Manuel Pacheco, Isidoro Pacífico, Néstor Micheloni, Nilda Micheloni, Primo, Segundo y Virgilio Gilli. Inaugurada en 1958, fue para la época de una admirable belleza arquitectónica, confort y avance tecnológico.

La técnica más avanzada de la época permitió ofrecer una sala funcionalmente moderna con detalles de suntuosidad en tres plantas: platea, confitería y pullman. La capacidad total de 1.200 butacas hizo que se constituyera en la más grande de la ciudad. Los equipos de proyección y sonido instalados representaban el punto máximo de perfección alcanzada por la industria cinematográfica: les daban a su amplia pantalla de 15 metros, los más puros matices y relieves de la películas proyectadas en los entonces nuevos sistemas: Cinemascope, Perspectiva, Vista Visión, etcétera.

Este cinematógrafo, que pasó a formar parte de la vida y hasta la historia misma de la ciudad, tuvo un intento de recuperación en los años 90 por parte de Luis Quaglia y Fernando Sokolowicz, que procuraron infructuosamente revalorizar la industria del cine en nuestra ciudad.


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