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En los próximos días culminarán las tareas de reparación del segmento urbano de la carretera nacional y se espera que de ahora en más las mejoras sean más duraderas por cuanto se redujo notoriamente la circulación de camiones a partir de la habilitación de un sector del medio anillo de circunvalación.
Las mejoras en la cinta asfáltica del tramo urbano de la ruta nacional Nº 8 (incluido el sector que se superpone con la Nº 188) están a punto de concluir, de modo que en pocos días el segmento comprendido entre la zona del Cruce de Caminos y el barrio Santa Julia quedará en inmejorables condiciones y se espera que esta vez los arreglos duren más tiempo ya que con la habilitación (aunque parcial) del medio anillo de circunvalación, es casi nula la circulación de camiones de gran porte que son los grandes responsables del hundimiento del asfalto.
La cuadrilla contratada por Vialidad Nacional, que desde hace semanas está operando en la zona, estaba culminando las tareas en el sector entre la Terminal de Omnibus y la avenida Ernesto Illia.
El apoyo logístico de las Patrullas Urbanas permitió el ordenamiento del tránsito para que los operarios pudieran cumplir con sus labores mientras los conductores esperaban su turno para el paso.
El tramo urbano de la ruta Nº 8 padecía sistemáticamente el hundimiento del asfalto, en especial en la zona de semáforos, donde es mayor la fricción y el acople al piso de los rodados de gran porte. La inexistencia de los controles de carga hace posible que camiones circulen con pesos por encima de los permitidos.
Ahora es un hecho que prácticamente no se ven camiones en ese sector, desde la habilitación de la autopista entre la zona del Aeroclub y la bajada en ruta Nº 188. Los camiones solo utilizan el tramo entre La Rural y el Segundo Cruce, ya que no es necesario que lo hagan entre el Segundo Cruce y el Aeroclub, al estar habilitado el medio anillo por fuera de la ciudad. En el segmento Segundo Cruce-Aeroclub es donde ya se aprecian los beneficios para el tránsito, ya sea desde el punto de vista de su agilidad como el de la seguridad vial, puesto a que los camiones siempre son un factor de riesgo mayor.
Una de las mayores preocupaciones radicaba en el hundimiento de la cinta asfáltica por donde circulan los vehículos; el paso permanente de camiones de carga y transporte en general, provocó huellas que terminan siendo peligrosas para quienes conducen autos. Los trabajos que se realizan consisten en llegar a la base raspando el material existente y volviendo a reconstruirla para dejar la ruta en óptimo estado de circulación.
Si bien a toda hora el tránsito es fluido, la recomendación a los pergaminenses mientras se ejecuten los trabajos es que traten de evitar la circulación por esta zona de la ciudad y si tienen que hacerlo lo hagan por calles internas.
De acuerdo a las estimaciones, y si las condiciones climáticas acompañan, en pocos días los trabajos culminarán.
Un tramo complejo
Sin embargo, el tramo más complejo de la traza urbana de la ruta aún debe ser utilizado por los vehículos que están de paso por Pergamino. Es la superposición de las rutas Nº 8 y Nº 188 y que ha dado origen a numerosos reclamos ciudadanos, justificados por los múltiples conflictos que ocurren en el lugar, con graves consecuencias; allí coexisten vehículos de gran porte, automóviles, bicicletas, motos y peatones, con picos en los que colapsa el trazado por el intenso tránsito de camiones y/o colectivos de larga distancia.
En determinados horarios es muy complejo pasar por esta carretera, a la vez que el semáforo instalado en la esquina de Carpani Costa en ocasiones no es respetado por los transportistas. Las complicaciones se producen porque los que andan lo hacen a velocidades superiores a las establecidas, olvidando que la ruta ha quedado insertada en el radio urbano. No obstante, y aunque es frecuente ver a efectivos de la Policía Vial y de Gendarmería implementando controles, estos resultan insuficientes y en más de una ocasión los conductores logran vulnerar los operativos.
