Condenaron a 15 años de prisión a quien le disparó al armero en enero de 2017

Luciano David Rodríguez fue encontrado culpable del delito de robo calificado por el uso de arma de fuego apta para disparo. El hecho se produjo en una vivienda de calle 3 de Febrero 1269. Su cómplice falleció en el incendio de la Comisaría Primera.

El pasado miércoles los integrantes del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Pergamino, Miguel A. Gaspari, Danilo Cuestas y Guillermo Burrone, condenaron a 15 años de prisión a Luciano David Rodríguez por el delito de robo calificado por el uso de arma de fuego apta para disparo.

La investigación a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 8 a cargo del fiscal Pablo Santamarina, aportó múltiples elementos de prueba para acreditar tanto la existencia del delito juzgado como la autoría penalmente responsable por parte del acusado.

El agente fiscal expuso en su alegato que la base de su acusación era el testimonio de la víctima (Carlos Eduardo Varrone, tenía 79 años en el momento del lamentable suceso), acompañado por contundentes pruebas que formaron parte esencial e incuestionable de la acusación.

El hecho producido en enero de 2017 en horas de la noche, cerca de las 21:00, involucró a dos sujetos (Luciano David Rodríguez y Sergio Filiberto –falleció en el incendió de la Comisaría Primera-) que ingresaron al domicilio de la víctima con el pretexto de que les revisara un revólver calibre 38 que portaban. Una vez adentro el hogar, revelaron su verdadera intención de robo produciéndose un forcejeo y la resistencia de la víctima.

Dicha riña provocó que tanto el denunciante como uno de los acusados (Filiberto) resultaran heridos de bala ya que la víctima también estaba armada, además antes del intercambio de disparos le había asestado un puntazo con un cuchillo a uno de los agresores (Rodríguez). Luego de lo ocurrido, los sujetos se retiraron del domicilio en la motocicleta en la que habían llegado, llevándose consigo dos armas de fuego y un cuchillo.

El Tribunal Criminal Oral Departamental en pleno consideró que el testimonio de la propia víctima fue la evidencia suficiente a la hora de dictar el veredicto ya que todos los elementos colectados por la instrucción coincidieron y fueron concurrentes con la mecánica del hecho. A su vez, la instrucción contó con los testimonios de vecinas de la víctima que a los diez minutos que llegó a su casa escuchó un disparo de arma de fuego; que fue a su hogar y cuando iba llegando vé a dos sujetos que salen corriendo hacia calle Monteagudo y que ve a la víctima en el piso, llena de sangre.

Por todo el cuerpo probatorio recabado por el equipo de trabajo del fiscal Pablo Santamarina, el Tribunal Oral Criminal pronunció veredicto condenatorio respecto del imputado de la investigación penal por considerarlo coautor penalmente responsable de robo agravado por el uso de arma de fuego apta para el disparo (articulo 166 inciso 2 segundo párrafo del Código Penal) a la pena de 15 años de prisión.

Sergio Filiberto

Cabe destacar que en caso de haber estado presente en el juicio, Sergio Filiberto podría habría recibido algunos años menos de prisión que Rodríguez (fue quien se mostró como el organizador del robo y además exhibió mayor agresividad para con la víctima), por ser encontrado como coautor de robo agravado por el uso de arma de fuego apta para disparo.

En primera persona

LA OPINION pudo acceder al testimonio de Carlos Varrone (actualmente tiene 82 años) en el marco del debate. La transcripción dice que la víctima manifestó ante los jueces “que el 18 de enero de 2017 fueron dos jóvenes a su casa. Uno de ellos había estado la semana anterior por un revólver que no andaba para arreglarlo porque él es armero. Eran entre las 20:45 y 21:00 y les abrió y entraron Rodríguez con Filiberto. Pasaron al living-cocina de su casa y que él se sentó en una punta de la mesa, Filiberto en la otra y Rodríguez se paró a su lado. Le habían llevado un revólver porque no le picaban bien las balas. Rodríguez le apoya una linterna picana en la nuca. En una punta era linterna y en la otra picana porque tiene dos polos y emite una descarga eléctrica”.

En otro fragmento de su relato indicó que “cuando sucedió esto se paró y Rodríguez le dice que ‘es un asalto, este es mi trabajo’ y él saca un cuchillo de un cajón y le pinchó la pierna a Rodríguez, entonces éste le dio una trompada en la boca y le pidió ayuda a Filiberto para atarlo. Que Filiberto no hizo nada, el que actuaba era Rodríguez. Que entraron al dormitorio donde él tenía un revólver calibre 38 bajo la almohada. Que se tiró sobre la cama, lo agarró y le tiró a Filiberto que estaba armado en la punta de la cama, primero cayó al suelo pero se reincorporó inmediatamente y salió hacia afuera. Recuerda que antes de entrar al dormitorio, Filiberto le había sacado el cuchillo de la mano, que ve un revólver 32 corto y Rodríguez lo tenía en la mano. Dice que él tira a Filiberto porque éste portaba el revólver 38 que habían llevado a arreglar. Siguió forcejeando con Rodríguez, que le había sacado el revólver de su mano, y éste hizo el amague de irse pero se da vuelta con los dos revólveres, el 38 Special que le había sacado y el calibre 32 también suyo.

Rodríguez primero le apuntó al cuerpo, luego bajó la mano y le tiró a la pierna izquierda a la altura de la ingle con una bala +P. ‘Me tiró a un metro de distancia aproximadamente’. Dice que tuvo ‘suerte’ porque la bala era blindada y lo atravesó limpiamente de lado a lado, sin tocarla la femoral ni tampoco un hueso. Que le tocó el nervio ciático y por eso aún renguea un poco y además señaló que la herida de Filiberto sí era de mayor gravedad. Agregó que Rodríguez le sacó el arma con la que le había tirado a Filiberto. Luego de esto, él sale a la puerta y se resbaló en la sangre de Filiberto. Dice que le sustrajeron un cuchillo, el revólver calibre 38 y el 32 corto. Que en el apuro se dejaron la linterna. Dijo que recuperó los dos revólveres, se los devolvieron en la Fiscalía. Que ambos fueron encontrados en Chacabuco, en la casa de la abuela de Rodríguez tiene entendido, juntamente con el revólver que habían llevado a arreglar. Que esto sucedió unos siete u ocho meses luego del robo”.