Otro clásico de la gastronomía porteña no logró sobrevivir al coronovirus. Este martes se conoció que el restaurante Pippo, famoso por sus pastas -en especial los vermicellis con pesto y tuco- cerró y 25 empleados quedaron sin trabajo.
Según publica el diario BAE Negocios, hace pocas horas sus responsables le comunicaron a sus empleados el cierre del local propio.
Hace varios meses que la situación económica volvió a ser complicada en Pippo, a sus empleados todavía les deben el aguinaldo del año pasado y el de julio. Desde que arrancó la cuarentena sus empleados sólo recibieron el ATP del Gobierno.
Si bien ofrecieron delivery y take away, el último día de agosto a las 16, fueron convocados todos sus empleados. Daniel Montero, responsable de Pippo les dijo que iba a cerrar, que los iba a llamar uno por uno para acordar la indemnización y si no, podían ir a juicio. Aún no saben lo que les ofrecerán.
Cita obligada
Pippo se había convertido en un lugar de cita obligada de músicos, artistas, amigos, familias y trasnochadores, ya que estaba abierto hasta las seis de la mañana.
El local de Montevideo 341 alimentó a generaciones y generaciones, y a muchísimas personalidades del mundo del espectáculo que pasaban por aquellas mesas luego de sus funciones en los teatros de la avenida Corrientes. Tato Bores, Alberto Olmedo y Jorge Porcel, fueron algunos de los habitués.
Pippo fue fundado en 1937 y su primera ubicación fue en la calle Sarmiento, entre Montevideo y Rodríguez Peña. En 1941 se mudó a Montevideo 341, donde permaneció hasta esta semana.
Durante la cuarentena, intentó sobrevivir con delivery y take away. Pero tras varios meses con las mesas vacías, cerró en forma definitiva. (Fuente: CLARIN y BAE)